"Como diría Fabius Bilis: Lack of fresh materials, that's the problem, but not after todaaaay" |
Muy buenas lectores nuestros de Profanus40k, bienvenidos a una entrada que abre una nueva serie de trabajos en los que nos hallamos involucrados, que nos traen en castellano las publicaciones de la Black Library sobre los líderes de las fuerzas del caos, personajes oscuros, dementes y amargados que buscan la destrucción última del imperio. Hoy traemos a uno de los más carismáticos y, en el fondo, humano de ellos (en el mal sentido), Fabius Bilis.
Material traducido 100% por Profanus40k
El monstruo conocido como Fabius Bilis es una criatura verdaderamente siniestra. Aunque antaño fuera un apotecario de la legión de los Hijos del Emperador, se ha inmiscuido en las artes prohibidas desde hace ya tanto tiempo que es más un torturador o científico demente que un sanador. ¡Ay de aquellos que se crucen en el camino de Fabius Bilis pues rara vez logran escapar indemnes!
Impulsado de forma perpétua por sus egoístas ambiciones, Fabius Bilis ha recorrido la galaxia más ampliamente que ninguna otra persona. Ha cometido tantas atrocidades que es un paria incluso para su propia legión traidora; ni siquiera los adictos a las sensaciones, los Hijos del Emperador, caminarán a su lado, pues saben muy bien el riesgo que ello conlleva. En Dimmammar, Bilis era conocido el maestro químico, pues allí logró cambiar la composición atómica de aire hasta que la población se vio forzada a ingerir sus sueros transformadores o a asfixiarse lentamente.
En Arden IX y en el sistema Bray es conocido como el azotahombres, pues allí se vistió con una capa hecha con las pieles de aquellos que se le opusieron, forzando a los descarnados supervivientes a sostenerla como si fuera un tren nupcial. Para las desdichadas tribus que habitaban las devastadas colmenas de Paramar V es el señor de la clonación, pues creó una copia servil de cada uno de los primogénitos del planeta, que fueron sustituyendo a sus versiones originales, ayudándole a guiar a las gentes de ese mundo hacia la oscuridad. Para el propio Bilis, solo hay un título que hace honor a su magnificencia: el Precursor. Cree que en su interior se encuentra la faceta artística renacida del propio Emperador. Afirma conocer los secretos para crear Marines Espaciales e incluso Primarcas; y, aunque sus creaciones son fuertes físicamente, raramente están en sus cabales. Ser testigo del nacimiento de alguna de estos experimentos genéticos de Bilis es perder un poco de cordura, pues son realmente inquietantes.
Bilis ha dejado un rastro de descarriados y abominaciones retorcidas allí donde su nave ha sido vista. Su nombre se ha convertido en una maldición para los Altos Señores de Terra y aqullos Apotecarios que han sabido de su leyenda. Muchos creen que ha mancillado el legado genético de la propia Humanidad, contaminándola con trazas de corrupción ocultas. Algunos cultos dispersos incluso han llegado a adorarle como Pater Mutatis, padre de todos los mutantes que se esconden bajo la opresión del Imperio. Es una creencia que Bilis no ha tratado de desmentir jamás.
Los Capítulos del Adeptus Astartes están bien informados acerca de las pesadillescas acciones de Fabius Bilis. En cada segmentum, las poblaciones de mundos imperiales que antaño fueron productivos tuvieron que ser sacrificadas en masa. En una de dichas ocasiones, las negras artes de Bilis se asentaron y solo bajo el control del fuego y la espada pudo contenerse a sus creaciones y evitar que huyeran. Solo mediante investigación individual se puede determinar a cuantos ciudadanos han sido víctimas de las aflicciones genéticos de Fabius. Casi siempre los Capítulos encargados con la tarea de investigar tales mundos antaño civilizados se encuentran con poblaciones formadas por hordas de monstruos enajenados y deformes.
No todas estas misiones de purga son matanzas por misericordia. En algunas docenas, quizás cientos de mundos, los Marines Espaciales se han encontrado una fiera resistencia por parte de fuerzas de humanos mejorados que luchaban con una fuerza y astucia de demonios. Estos medio-engendros exhibían una gran fuerzas, rapidez e inteligencia muchas veces superior a las medias humanas y normalmente son depravados psicópatas asesinos. Son las creaciones de las que más se enorgullece Bilis, los Nuevos Hombres que piensa extender por la galaxia.
Volubles de carácter, egoístas, obsesivos, agresivos y asesinos; eran un eco de su creador en algo más que su propia fuerza física. Cada uno de los peores rasgos de un hombre fueron sacados a la luz y puestos en primer plano, amplificándose decenas de veces, asociados a la psicología de un tirano y la fuerza de un loco. Incluso la Inquisición desconoce cuantas de estas abominaciones han logrado escapar y propagarse por la galaxia. Muchos de ellos parecen alterados solo sutilmente, con sus músculos y mentes ocultos a simple vista hasta que su psicosis latente les hace entrar en una furia maníaca.
CREANDO UNA LEYENDA
En los últimos años de la Gran Cruzada, las extrañas habilidades de Fabius Bilis hicieron que pasara de ser apotecario a Teniente comandante de los Hijos del Emperador. Incluso siendo el líder de aquellos hombres, raramente pasaba mucho tiempo lejos de sus cirugías. Bilis veía a sus compañeros guerreros no como a camaradas o hermanos, sino como especímenes frescos listos para ser productos de sus experimentos. Cada uno era solo una pequeña pieza dentro de su gran obra; un tapiz de información genética que debía ser deshilachado y tejido de nuevo en la búsqueda de Bilis para entender las propias ciencias prohibidas del Emperador.
A medida que se desarrollaban los eventos de la Herejía de Horus, Fabius Bilis fue crucial en las aleraciones quirúrgicas que sufrieron sus camaradas Marines Espaciales, ampliando y aumentando sus sentidos para que pudieran experimentar las cada vez más suculentas frutas del exceso. Alteró su química cerebral y centros nerviosos del placer para que incluso la mayor de las agonías los transportara al más intenso de los gozos. La resultante búsqueda constante de sensaciones y excesos hizo que su legión se precipitara en desgracia corrompida desde dentro por la propia caida de Fulgrim en la oscuridad y las alteraciones de Bilis.
Los eventos de la Herejía de Horus culminaron en el asedio al Palacio del Emperador. Los Hijos del Emperador, por aquel entonces una legión traidora al completo y a las órdenes del Señor de la Guerra, invadieron la Tierra con Horus, pero no tomaron parte directa en los combates que rodeaban el palacio. En vez de eso, descendieron sobre las poblaciones civiles del Administratum de Terra; en los enrevesados complejos de aquella estructura empleados, burócratas, sanadores y servidores mantenían a flote el Imperio como la sangre un cuerpo. Dinastías enteras de escribas y estratos de orgullosos prefectos fueron atrapados mientras intentaban escapar de las zonas dde guerra que consumían el mundo; siendo consumidos en su lugar. Más de un millón de prisioneros fueron despedazados bajo la supervisión de Bilis y destilados para formar estimulantes y drogas para los Hijos del Emperador. Fue el cúlmen de su depravación antes de lanzarse a los abismos, algo que agradó a Slaanesh en grado sumo.
Quizás fuera entonces cuando Fabius cayó por completo en las prácticas oscuras. Es verdad que fue el primero en comenzar a experimentar con prisioneros vivos, manteniendoles con vida en su tormento durante semanas y catalogando cada uno de sus horrendos resultados. Incluso en medio de la carnicería que siguió al término de la Herejía de Horus, su fascinación era por la vida, no por la muerte. Bilis guió a los Hijos del Emperador aún más hacia los brazos de Slaanesh, el Príncipe Oscuro. Sus cirugías aseguraban que solo les quedara una senda; una eterna búsqueda del exceso que ha marcado su camino desde entonces. Sin embargo, Bilis nunca sufrió las cirugías que tran afanosamente se esforzó en aplicar en aquellos a los que llamaba hermanos.
A medida que sus camaradas Marines Espaciales se perdían en los deseos y la sensualidad, Bilis se apartó yendo cada vez por una senda más y más oscura. Dejó Terra poco después de la derrota de Horus a manos del Emperador, acompañado de un puñado de sus más dotados acólitos. La partida de guerra de Bilis atravesó el Imperio devastado por la guerra como haría un fragmento de cristal a través de un intestino, haciendo una marca en él a cada giro de su nave. Donde quiera que aterrizara, el Genetista ofrecía apoyo a cambio de prisioneros, muestras genéticas y material técnico antiguo. Muchos señores planetarios ambiciosos lamentaron el día que unieron su sino al de Fabius Bilis. Sus atrocidades y genocidios en masa solían llegar a generar repulsión incluso entre los que las habían encargado en primer lugar. No obstante, pocos podían negar que la ayuda de Bilis era algo a tener en cuenta. Sus sueros podían transformar a una mediocre fuerza de defensa en superhombres sedientos de sangre, y su maestría en el proceso de clonación le permitía movilizar a miles de "guerreros perfectos" en cuestión de meses.
Sin embargo, a pesar de todo este derroche de genio retorcido, Bilis no podía contener la poderosa cruzada de venganza que los leales habían lanzado desde la devastada Terra. La retribución le alcanzó finalmente en el sistema Arden, donde estaba apoyando los excesos del renegado Señor Tyrell a cambio de material fetal. Los Adeptus Astartes se lanzaron contra el corrupto mundo de Arden IX como furiosos ángeles de venganza. Las refinerías cárnicas de Fabius y sus cubas de clonación fueron todas incineradas en una sola noche cuando la justa furia de los Salamandras acabó con toda evidencia de los preciosos experimentos del Precursor. Bilis acabó con una decena de Marines Espaciales en la batalla, con su sonrisa macabra iluminada por el fuego parpadeante mientras sus ahora ex-hermanos morían de forma agónica y extraña; aunque casi no logra escapar con vida de aquella batalla. Se vio obligado a huir por su vida.
Su nave fue dañada por un crucero imperial de clase Gótico mientras intentaba escapar hacia el dudoso refugio que ofrecía la Disformidad. Ya fuera por accidente o porque así se quisiera, la nave de Bilis fue atraída lentamente hacia el Ojo del Terror, donde vagó mucho tiempo, experimentando con los pocos acólitos que le restaban hasta que la mano de algún oscuro dios llevó su nave hasta la órbita de un mundo demoníaco. En su día, el planeta había sido una de las joyas de la civilización Eldar, antes de que su libertinaje destrozara tal civilización. Ahora era una ruina destrozada, un mundo brujo de locura donde el eco de los gritos de las almas muertas hacía mucho aún resonaban. Para Fabius Bilis, aquel lugar se convirtió en su hogar.
CAMINANDO POR LAS ESTRELLAS
Bilis descubrió al poco que las dispersas Legiones Traidoras habían hecho del Ojo del Terror su hogar, pero requerían ciertas de sus habilidades. Sus guerreros mejorados y procesos bio-mágicos eran útiles de hecho, así como se podía sacar provecho a los clones y esclavos en los campos de batalla. Pese a esto, eran las habilidades que Fabius Bilis había desarrollado en su tiempo como apotecario lo que más interesaba a las Legiones Traidoras. La mayoría de ellas necesitaban de las habilidades de Bilis para extraer las glándulas progenoides de los caídos para poder crear nuevos Marines Espaciales del Caos. Sin tales habilidades, la Guerra Eterna iría perdiendo fuerza y los fuegos que Horus había encendido se extinguirían para siempre. Con tanta influencia en sus manos, Fabius Bilis negoció un delicado trato con las Legiones Traidoras, vendiendo sus secretos a todas ellas pero rechazando ayudar a unas por encima del resto. De esta forma, el Precursor se aseguró una posición en el centro de una red genética que se extiende por todo el Ojo del Terror y más allá.
LAS TRECE CICATRICES
Se rumores que entre los acólitos de Bilis que el Precursor estudió las artes del dolor de mano de los Henónculos de Commorragh. Estos maestros de la tortura son tan habilidosos en su trabajo que Bilis, con varios miles de años de experiencia con el bisturí, es un mero novicio en comparación. Sin embargo, tras su captura en una de las ciudadelas de los Hijos del Emperador, logró impresionar al concilio de las Trece Cicatrices con sus torturas improvisadas de tal forma que se le permitió visitar las torres invertidas de sus ciudades-mazmorra como un invitado más que como una víctima. Allí, ayudó a las Trece Cicatrices en la creación de la Torre de Carne; una fortaleza viviente creada con los restos de aquellos que habían osado en vida enfrentarse al concilio. Sin los elixires de Bilis y las runas talladas en las murallas de la fortaleza, la torre centinela no habría sobrevivido más que unos pocos días; pero aún perdura, colgando de la parte inferior de Commorragh como una estalactita maldita. En el interior de sus ensangrentados pasillos, Bilis aprendió muchos de los secretos menores de los Hemónculos. En los oscuros círculos del auténtico mal, la magnitud de tal hazaña se susurra por lo bajo; pues los Eldar Oscuros jamás han dado mayor honor a ningún miembro de las razas menores en toda la historia humana. Bilis dio buena cuenta de tal hecho, y ha dado buen uso de lo aprendido desde entonces.
"Si un hombre dedica su vida a hacer buenas obras y al bienestar de los demás, morirá sin agradecimiento sin ser recordado. Si ejercita su genio en llevar la miseria y la muerte a miles de millones, su nombre resonará durante milenios, durante más de cien generaciones. La infamia siempre es preferible a la ignominia."
- Fabius Bilis en la Profanación de Kanzuz IX
REGLAS EN WARHAMMER PROFANUS
Estas son las reglas que se pueden emplear para Fabius Bilis en esta primera edición de Warhammer Profanus. Podéis encontrar más información en nuestra entrada del III Torneo Profanus.
EQUIPO Y ARMAS AL DETALLE
Esta sección está en proceso, en futuros días saldrá.
Genial, muchas gracias Marauder
ResponderEliminarNada anónimo, que lo disfrutes
EliminarGran entrada!
ResponderEliminarFabius Bilis es el único que, aparte del Emperador, ha podido crear Astartes de verdad... aunque fueran clones chuscos
PD: Sabéis que también tenéis la wikihammer por si necesitáis documentaros xD
No es documentarbos, es que tenemos los libros, pues los traducimos xD
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