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9 de junio de 2016

Análisis - Rivet Wars, un videojuego de tablero



Muy buenas a todos, lectores habituales y ocasionales de Profanus40k. Hoy hacemos una pausa en nuestra programación habitual de Warhammer para hablar de un jueguecito que poseo desde hace unos meses pero que me tiene cautivado (y más a Orkímedes) por su estética, sencillez y dinamismo: Rivet Wars (Las Guerras del Remache).

Algunos a lo largo de estos meses habrán podido comprobar que siento especial interes en este tipo de juegos de mesa (semi-roleros, medio wargames) de estilo chibi (o cabezón) con personajillos simpáticos, como Arcadia Quest, que la verdad me da la sensación de que amenizan las partidas. Rivet Wars incorpora eso pero a una escala aún mayor. 

Primero veamos qué contiene el juego...

En Rivet Wars, uno de los jugadores encarnará a las Fuerzas Aliadas y otro a los del Imperio de la Plaga (Británicos y Alemanes de la Primera Guerra Mundial respectivamente). El juego, de un estilo muy de videojuego (su creador es creador de videojuegos si mal no recuerdo), te permite ir desplegando fuerzas una y otra vez hasta alzarte con la victoria. 

Las misiones, que emplean tableros de cartón duro por módulos (como Zombicide o Arcadia) y pueden ampliarse mediante la compra de más de ellos o descargando y usando el reglamento para jugar a este juego por puntos como si fuera un Wargame.



Como dicen las propias palabras del juego: 

Elige jugar con el brutal imperio de la plaga con su caballería mecanizada, sus ametralladoras rodantes blindadas y sus temibles ataques de gas venenoso, o con los nobles aliados con su artillería devastadora, sus motos lanzacohetes y su abundante infantería.

38 miniaturas de gran detalle, reglamento de 34 páginas, 16 cartas de unidad, 2 tarjetas de unidades, 24 cartas de ¡acción!, 10 cartas de misión secreta, 9 piezas de mapa de doble cara, 1 tarjeta de control, 6 marcadores de búnker, 6 marcadores de objetivo estratégico, 6 marcadores de campo de minas, 6 marcadores de trampa antitanque, 6 marcadores de alambrada, 12 marcadores de insignias, 5 marcadores de gas de plástico, 4 marcadores de victoria de plástico, 24 marcadores de daño de plástico, 6 dados de seis caras.


El juego en sí

La mecánica del juego es simple pero genera una cantidad de situaciones dispares bastante interesante como para que su rejugabilidad se mantenga una y otra y otra vez. 

Ambos jugadores colocan el mapa acorde a la misión que deseen jugar. Después, si no indica que alguno comienza, ambos lanzan un dado y el que obtenga el resultado mayor comenzará a jugar. Cada turno comienza otorgándose al jugador una serie de puntos y puntos de remache. Los puntos no empleados se pierden, los de remache se acumulan hasta un máximo de 10.


Ejemplo de fuerzas de la Plaga

Ejemplo de fuerzas Aliadas

El jugador cuyo turno comienza elige tropas por el coste en puntos que estas posean hasta su máximo del turno. Después elige una carta de ¡Acción! (el primer turno del primer jugador no roba de estas cartas) y una carta de Misión Secreta. Después despliega a sus fuerzas en sus casillas de despliegue (indicadas en la misión) y comienza a jugar.

Primero disparará con las unidades que puedan hacerlo y después moverá. El objetivo del juego es conseguir puntos de victoria. La misión indica como lograrlos, además de poder conseguirse más gracias a las Misiones Secretas. 

"Ejemplo de lo que suele haber en una partida a Rivet Wars"

Los jugadores no tendrán que tener reparos si envían a la muerte a sus unidades pues gracias a los Puntos de victoria podrán incorporarlos de nuevo a la batalla en el siguiente turno. 

Adicionalmente se dispone de Héroes y blindados pesados que pueden emplearse en la batalla. Su pérdida otorgará puntos de victoria al adversario, por lo que deben utilizarse con cabeza. Uno de los detalles más curiosos de este juego es su sistema de plug-in (de acoplar cosas). Muchos blindados pueden acoplar héroes y/o torretas en sus escotillas al más puro estilo "chisme en afuste exterior" de Warhammer, lo que le da un refuerzo adicional a su empleo en batalla.



Es importante tener en cuenta la efectividad de cada una de las unidades, ya que eso las hará más efectivas en combate: un soldado aliado puede matar fácilmente a infantería enemiga, pero no podrá dañar los tanques, mientras que la infantería de la plaga es buena contra blindados pero muy "incompetente" contra otra infantería.


Expansiones

El juego dispone además de varias expansiones que incluyen nuevos tipos de unidades y jugabilidad: fuerzas del frente, tanques superpesados, aviones, etc. En nuestro caso particular nos hicimos con los superpesados y las tropas del frente para dar más variedad a nuestras partidas (aparte de una expansión de héroes).

"Un sachito"
Yo estoy peculiarmente contento de que se incluyan las fuerzas caninas entre las tropas del frente, pudiendo incluir pastores alemanes entre las fuerzas de la Plaga y Bulldogs entre las de los Aliados.

El equivalente de un Baneblade en Rivet Wars

En la parte de los superpesados se incluyen auténticas bestias destructoras para ambas fuerzas, con sus héroes adicionales y sus torretas especiales. El de los guerreros de la Plaga impresiona especialmente por el tamaño del cañonaco. Yo suelo incorporarle a algún héroe para darle un toque épico, en este caso en la imagen puede verse a E.Romler, uno de los habituales de la Plaga y mi favorito de dicha facción.

Os dejo una sección de imágenes de las últimas partidas que hemos jugado para que veáis las miniaturas.

Típica escena del frente: las fuerzas de un bando se enfrenta a las del otro para hacerse con los puntos estratégicos (casillas amarillas)

Vista superior de una batalla de trincheras donde las fuerzas Aliadas tienen el control de casi todo el campo

Aquí podéis ver las fuerzas que poseemos a la derecha, esperando a ver si podemos pagarlas para entrar en batalla cuanto antes.

Las fuerzas Aliadas mandan a sus motos coheteras para dañar el flanco enemigo

En un duro enfrentamiento, el Martillo del Grifo del bando de la Plaga combate contra el M11 doble de los Aliados

Las fuerzas aliadas reciben los impactos (marcas rojas en el M11) pero aguantan el tipo. No deben ceder ante la Plaga

La infantería lanzacohetes de la Plaga apoyada por una ametralladora rodante lucha por el frente. Los perros apoyan a sus tropas de tierra.

Vista cercana del Martillo del Grifo

Vista cercana del M11 Doble

Las fuerzas del Imperio luchan contra el versátil bípode de las fuerzas Aliadas

La infantería de los guerreros del Imperio, apoyados por una ametralladora, ideal para acabar con infantería

El avance de los aliados se ve reforzado por la presencia del héroe en caballo con armadura hidráulica

E. Romler es muy polifacético: en un momento te dirige un tanque como que va en su propio jeep privado para apoyar a la tropa. Me encanta este capullete.

El tanque cuadrúpedo de la Plaga se abre paso lentamente hacia el frente para apoyar a las fuerzas en su lucha contra los Aliados.



Vista cercana de un asaltante de trinchera. Me encanta la escopetita.



Conclusión

Un juego rápido, sencillo y muy, muy divertido (en serio, si te gusta la estrategia y el toque chibi-guerra mundial te encantará). Orkímedes y yo a veces jugamos un par porque una sola nos sabe a poco y en menos de media hora ya has logrado jugar una.

La variedad de tropas, las cantidad de misiones (y las extra gratuitas de la web) junto al dinamismo de las misiones, el hecho de tener que invertir los puntos de despliegue y de remache con cabeza hace que el juego se complique a un nivel tremendo si los jugadores se curran sus estrategias (yo mismo estuve una vez pensando más de 10 minutos mi siguiente movimiento porque se me colocó en una situación especialmente compleja).

Las miniaturas son preciosas y tanto el manual como las cartas son simpáticas y muy simples de entender (es de los pocos juegos de mesa en los que me he entretenido en ver como jugaban otros (gameplays) en inglés para aprender a jugar).

La multitud de expansiones, la variante wargame y el toque desenfadado que tienen han hecho que se ganen un huequito entre mis juegos favoritos, de verdad.

¿Quieres una partida rápida y divertida? Este es tu juego.

Lo único malo que puedo verle es el precio: 90 euros la caja básica y entre 30-70 euros las expansiones. La cosa es que obtienes un juego completo por relativamente poco dinero, y si eres pintor además de jugón o coleccionista, es ideal.

Lo recomiendo muchísimo, incluso más que el zombicide o el arcadia, aunque cada uno es distinto, este es el que más me ha divertido, y Orkímdes y yo lo empleamos como alternativa rápida a Warhammer.

¡Mi próxima adquisición!

4 comentarios:

  1. Cómo molan las minis, parecen del Metal Slug xDDD

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    1. Eso mismo dijo Orkímedes. A mí personalmente me encantan

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  2. dios este juego me encanta, ciertamente lo que me echa para tras es su precio, y que no deja de ser uno vs uno,y claro el tema del espacio en casa es importante jeje

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