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19 de noviembre de 2019

Herejía de Horus: Calth 02, Honour to the dead - Reseña (review)


En estos fríos días de otoño yo os saludo, profanadores. Hoy os traigo el audiodrama Honrar a los Caídos (Honour to the dead), de Gav Thorpe. Gav no es de mis autores favoritos, no suelo ser fan de sus textos, pero en este ebook "mejorado" (ya que es audiodrama mezclado con texto) ha logrado que se muestra la enormidad y capacidad destructiva de los titanes, junto con un montón de efectos chulos de pisadas, golpes, explosiones y tiros.

Contexto

Estamos en los comienzos de la Herejía de Horus. El Señor de la Guerra del Imperio, nombrado por el propio Emperador, Horus Lupercal, ha ordenado a los Portadores de la Palabra y Ultramarines que se concentren en Calth, una de las joyas de Ultramar para los siguientes pasos en la campaña. Esto no es más que una treta para que la legión de Roboute Guilliman pueda sufrir la venganza de las fuerzas de Lorgar, que ponzoñosamente han envenenado la mente de otros. Ahora bien, el foco de este relato se centra en las fuerzas auxiliares de ese conflicto, concretamente las fuerzas de titanes de dos legios: la Legio Praesagius y la Legio Suturvora (conocida también como Legio Infernus)...

La trama

-- Cuidado, SPOILER --

Un grupo de combate de la legio Praesagius avanza a través de una de las rutas de Calth, rumbo al punto de encuentro, donde serán llevados a una nave-carguero para la campaña que está por llegar. Sus poderosas pisadas resuenan a su paso, sus inmensos reactores de plasma alimentan sus circuitos. Son dioses de la guerra. A lo lejos se divisa la ciudad de Ithraca, donde se ha congregado una gran hueste de la Legio Infernus, los Señores del Fuego. Aún ignorantes, los miembros del manípulo se detienen y el princeps Mikal avisa por radio, ya que piensa que hay alguna retencíón. Solo recibe estática. Tras varios intentos se observa una nave espacial caer del cielo y detonar contra el suelo de Calth. Ha comenzado la traición.

Con apenas tiempo de reaccionar, las fuerzas de Praesagius son acribilladas por los titanes de la legio Suturvora y el princeps ordena a estos refugiarse en la ciudad de Ithraca. La muerte se extiende por doquier y las fuerzas leales son sistemáticamente atacadas por bandas de rabiosos acólitos, o sus poderosos señores de los Portadores de la Palabra.

Los fanáticos y, al menos en este libro, particularmente dementes princeps de la legio Infernus masacran a la población y los focos de resistencia leal al Emperador. La destrucción se desata: los escudos de vacío restallan, la munición hiperacelerada de los cañones de los titanes arrasa edificios y las llamas de la guerra engullen a centenares de inocentes que huyen despavoridos por las calles.

A esto que se nos muestra una trama paralela: Varinia, la mujer de un teniente de las fuerzas imperiales, sale de entre los escombros de su hogar, buscando entre llantos a su hijo, Pexilius, este ha sido salvado por la doncella de la casa, dando su vida en honrado sacrificio para proteger al pequeño. Ahora toca escapar, pero las bandas de traidores campan por la ciudad y al final, solo la ayuda de tres poderosos Ultramarines salvan a Varinia de morir a manos de fanáticos religiosos fieles a la palabra de Lorgar. No tienen tiempo de salvar civiles pero, ey, hay un bebé, ni siquiera los Ultramarines son tan insensibles. "¡Salvémosles!" dice el jefe de escuadra.


Esto les adentra en zonas peligrosas plagadas de enemigos hasta que a su alrededor se desata una batalla entre un Reaver y un Warhound que intentan cubrirse con los edificios, con erótico resultado... Todo es arrasado y finalmente la mujer muere de sus heridas para salvar a su bebé. Los Ultramarines se harán cargo, ya que su jefe también ha caído. "Honraremos a los caídos, salvando a las generaciones que nos rodean" comentan mientras avanzan con el bebé. ¡Comienza el duro camino de la paternidad!

A esto que las fuerzas de Praesagius logran ayudar a que el grueso de sus fuerzas puedan abandonar el carguero y sumarse a la lucha, entre ellos un titán de clase Warmonger (una variante del modelo Emperador, cargado de misiles), que destruye a uno de los titanes de la legio Infernus con un solo barrido, la batalla de Calth no ha hecho más que comenzar (y los malos ya parece que van perdiendo, pobre Portadores de la Palabra).


Opinión

Y aquí comienza la batalla de Calth con una gran intro por parte de los titanes Imperiales luchando contra sus contrapartes, ahora siervos de Horus. Los efectos de sonido y ambientales son de lo mejor que he escuchado de la Biblioteca Negra para transmitir la fuerza y poder de los titanes de Warhammer. Hay disparos, como los de energía, que no me terminan de convencer, ya que siena al típico "pium pium" de los ochenta, pero en general es un trabajo muy bien hecho, ¡y por menos de 4 euros! Dudo mucho que haya otros audiodramas que ofrezcan tanto por tan poco.

En sí dura una hora y poco, pero es entretenido de escuchar, y de imaginar. Lo recomiendo si eres fan de estos gargantuescos ingenios mecánicos de guerra y sus andanzas, sazonado con un toque humano y un poco de Ultrapasadas (que si es tu estilo, aquí tienes más).

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