Censure - Review (reseña)

Hola a todos y todas, hoy es el día de antes de navidad y con él llega otra entrada-reseña cargadita de ironía salpicada de humor acerca de otro de audiodramas de Warhammer 40k (la verdad que hay unos cuantos). En esta ocasión hablamos de uno que relata uno de los estadios posteriores de lo acontecido durante la batalla de Calth y muy relacionado con el juego de mesa Traición en Calth: Censura (Censure), de Nick Kyme.

Esta historia "corta" de solo una hora y cuarto de duración contiene mucho de lo que podríamos esperar de un relato acerca de Ultramarines vs Portadores de la Palabra en unas catacumbas en las profundidades de un mundo devastado, cuyo sol es el ejecutor más temido. Sin embargo supura clichés por doquier y no genera ninguna situación especialmente destacable que no podamos encontrar en otro lado fácilmente ni que nos lo hayan vendido ya mil veces.

Hablemos de la trama...

La historia es simple: presentamos al bueno haciendo lo suyo, los malos llegan para atacar, el bueno planea contraataque, buenos ganan. Fin. Muy sencillo, puede verse en gran cantidad de pelis, series y cuentos. Ahora, vamos a detallarla un poco más, a ver qué hace interesante a esta historia.

El protagonista es Aeonid Thiel, un guerrero que no suele "cumplir" bien las normas. Un poco macarrilla a su manera y un poco sobradete, posee el casco pintado de rojo como reprimenda. Su historia comienza mientras hostiga a cultistas de los Portadores de la Palabra en los túneles de Calth. Tras eso sale, por conveniencia del guión, al exterior, para que sepamos que es un lugar horrible y abrasador en el que la radiación y las llamaradas solares te consumen en poco tiempo.

Mientras trapichea chismes, Kurtha Sedd, el malo del juego de mesa, le ve con unos prismáticos. En la escena le faltó girarse hacia sus colegas y decir "¿veis como mirar 8 horas al día en la misma dirección en un desierto abrasador da sus frutos?". Gracias a tan magnífica maniobra, logran seguir su rastro hasta la "base" de los Ultramarine que siguen en Calth cazando a Portadores de la Palabra (sí, ellos se esconden de los Portadores).

Entonces, tras un breve rifirafe entre Thiel y su capitán, otro arrogante prepotente chupapo... otro gran y noble guerrero, Thiel se va a cambiar para que le apañen la armadura. Cuando se ha vuelto a poner sus bártulos, él y el humano "random" (sí, mejor llamarle humano random) que fue a su habitación a avisarle de que el capitán le requería, presencian desde lugar seguro el asalto a su base de operaciones.

La escena es interesante: vuelven para ver como va la cosa. Los Ultramarines, que son muy de pensar en voz alta sus estrategias y contar a sus enemigos, planean como resistir el embite. Entonces Thiel y su capi tienen una breve charla estratégica de cuantos malos hay y de que mejor que Thiel huya y les rescate luego, que ahora la cosa está jodida. Se sucede un intercambio de disparos bastante hilarante. El momento en el que el humano random le arrea un tiro en la cabeza a un enemigo, el Ultramarine le dice que "buena puntería" y el otro responde flipando "que estaba apuntando al torso" es cuanto menos para echarse unas risas. En serio. El aura del Ultramarine mejora las habilidades de los personajes random de relleno.

Entonces huyen mientras un grupito de malos malosos les persiguen pero que na, huyen sin que les pillen. Los malos después vuelven con Kurtha Sedd para informar de su fracaso en dicha persecución y este... pues... decapita a su subordinado Portador de la Palabra por fracasar.

[PAUSA]

En dicha huída hay un derrumbe. Para informarnos de que Thiel, aunque vaya de chulo macarrilla tiene su corazón, porque hay Marines Espaciales con empatía y corazón, se pone sobre el humano random para salvarle de morir sepultado. Que grande eres Thiel.

[FIN PAUSA]

Tras la pausa, volvemos a lo de Kurtha Sedd y lo de ir decapitando. Siendo pocos Portadores de la Palabra, sin posibilidad de recibir refuerzos y aislados en las catacumbas, va el tío y con dos bien puestos se carga a uno de los suyos ¿en serio Nick, tío? Una cosa es que le haga hacer penitencias malvadas o le castigue plan azotarle... pero matar a un guerrero hipermejorado que han tenido que entrenar meses o años, que ha sobrevivido a una guerra contra otros superhumanos y posee gran experiencia, lleva el mejor equipo en cuanto armaduras y metralletas se refiere y, además, te sirve fielmente, es una completa absurdez, no hace falta ser muy listo para decir que nadie, cuerdo o loco, haría tal idiotez en esas circunstancias.

Bueno, pues que vistas las cualidades de Kurtha Sedd, que a nadie le sorprenda que él mismo se cuestione en el audiodrama por qué le abandonaron ahí. La cosa es que manda a un grupo a perseguir a los fugados, al frente va un Gal Vorbak, un poseído elegido, poderoso y temible, que ante la perspectiva de morir cocinado por el sol de Calth se achanta un poco, pero como es demonio a pachas y tiene coraje, se le pasa rápido.

Entonces llega una parte un poco pesada de huída por las llanuras calcinadas de Calth, que acaba con nuestro héroe (que por cierto está herido por el derrumbe) y su humano random escondidos en un Rhino abandonado en medio de la espesura. Ahí llega el momento de conversaciones entre Thiel y su humano mascota, que le cuenta que era agricultor y que los tiros en la cabeza son cosa de Nick Kyme, que el "realismo" de esta historia murió cuando empezaron los clichés.

Los malos llegan, el sol comienza a alzarse y todo se "caldea" (chistaco xD). Pues arrancan el rhino mientras todos los malos se calcinan y Thiel se zurra con el Gal Vorbak. Al final caen por un abismo.

La escena aquí es interesante porque se nos muestra al Gal Vorbak volviendo con Kurtha Sedd y el resto, con el casco del Ultramarine en la mano. ¡NO, resulta ser Thiel disfrazado! Ha plagiado a la Legión Alfa. Mata a los Portadores de la Palabra que tienen apresado a su capi y lo libera, luego se mete de lleno entre los Portadores y la lía: empieza a matar peña a saco. El propio autor lo deja claro, los Portadores de la Palabra no le llegan a la suela a los Ultras como estrategas, y como guerreros supuestamente tampoco. Y visto lo visto, Kurtha Sedd no era el más indicado, menos mal que Lorgar le abandona en ese mundo-olla.

Entonces Kurtha Sedd realiza su invocación magistral, sus aliados demoníacos, el poder de la disformidad, el propio poder del universo a sus pies.... que noooo, que se convierte en engendro mierder y Thiel se lo carga por.... bueno, porque hay que matar algo. Y pa que no quede mancha, encima los restos son absorbidos por la disformidad. ¡Alehop!

Todo esto finaliza con su humano random muriendo porque tenía una grieta en su traje antirradiación. Pobre Thiel, sobrevivir solo por ser un superhumano asombrosamente sexy, generoso y maravilloso.

Esta historia tiene una gran moraleja: si eres Ultramarine, da igual todo, molas y la trama lo sabe; si eres capitán ten cuidado, los sargentos saben más; si eres un humano... al que buen ultramarine se arrima, buena sombra le cobija; si eres malo pierdes, porque ser malo es así.

La historia es un cúmulo de clichés: héroe bondadoso que todo lo hace bien pero con recorrido trágico porque sus seres queridos y humanos random adoptados mueren por doquier mientras triunfa. Los malos siempre te pillan cuando observan, lo único a lo que nos les gana nadie, en lo demás siempre pierden al segundo intento.

Si alguien quiere leerse esta fantástica historia de sentimientos entre hombres, clichés a tope, malos malosos, un planeta donde hace el mismo calor que en un julio en córdoba a las 4 de la tarde, junto con mucha acción, ¡esta es vuestra historia!

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