Recientes

17 de mayo de 2018

Herejía de Horus 19: Batalla por Calth - Reseña (review)


Muy buenas a todos, gentes de la red. Bienvenidos un día más a una reseñita de otra de las novelas de la Herejía. En este caso hablamos de un caso que me gustó mucho leer por el tinte que tiene: la Batalla de Calth, o lo que es lo mismo, la Venganza de los Portadores de la Palabra, de Dan Abnett. Sangre para los Dioses del Caos.

Contexto

La herejía se ha desatado, pero no todos saben lo que ha pasado en Istvaan III o Istvaan V. El Señor de la Guerra Horus, tras resucitar en formato malo, ha decidido conceder este pequeño favor a los Portadores de la Palabra: atacar a los Ultramarines donde más les pica, en su casa. Calth es el objetivo de su ira...


Trama

-- Cuidado, SPOILER --


Todo comienza con la flota Ultramarine arremolinándose en Calth, donde Roboute Guilliman ha recibido la orden de Horus de aplastar a los Orkos del sistema Veridian. Para ello se reunirán con la flota de los Portadores de la Palabra en el sistema Calth, donde el planeta homónimo se halla, precioso... majestuoso... la joya de Ultramar.


Las fuerzas de los Portadores de la Palabra llegan al sistema y empiezan a colocarse en posición, contestando secamente a los mensajes de los Ultramarines mientras lanzan un código corrupto que va inutilizando las comunicaciones y la red de defensa en órbita. Guilliman se enfada con Lorgar por no contestar a sus llamadas y abre un canal de comunicación a su nave, la figura de Lorgar se muestra en la pantalla. Este le suelta improperios y se convierte en un ser demoníaco que ataca el puente de mando de la nave de Guilliman, haciendo que estalle y arrojando al primarca de Ultramar al frío del espacio.

Mientras, una nave de los Portadores ha ido a todo trapo contra el planeta y se estrella contra él, provocando un daño cataclísmico que arrasa el mundo en gran parte y se sucede la traición. Los Portadores de la Palabra empiezan a disparar a las naves estacionadas y con las defensas bajas de los Ultramarines, estos les piden alto el fuego y piensan que los hijos de Lorgar lo hacen por la confusión. Pero la masacre solo ha comenzado.

En los campamentos donde se estaban reuniendo Ultramarines y Portadores para unir lazos se suceden las escenas de traición. Judas estaría orgulloso.

Los Ultramarines comienzan a organizarse pero las organizadas huestes de los Portadores de la Palabra ahora son berserkers sin coordinación y se lanzan contra ellos. Comienza el contraataque. Poco a poco los Ultras van resistiendo pese a ser muy inferiores en número... no se sabe nada del primarca... ¿Y Guilliman? ¿Podremos resistir sin Guilliman? ¿Puedo pensar... siquiera vivir... sin Guilliman? ¿Puede Guilliman marcarse un Leia y volver a la vida desde el vacío del espacio? Sí, si puede. Y lo hace. Y se coordina para rechazar a los Portadores de la Palabra. Pero estos no han jugado todas sus cartas...

Erebus (o Kor Phaeron, no recuerdo, pero vamos, uno de los dos) lanza un conjuro disforme contra la estrella del sistema haciéndola inestable y provocando que mande radiación asesina. Arrasa la superficie de Calth mientras los Portadores huyen, abandonando, como es habitual en las novelas donde aparecen, a sus propios guerreros en el campo de batalla. Todos en Calth deben adentrarse en las arqueologías del planeta para sobrevivir. Miles mueren pero la batalla ahora es de escaramuzas subterráneas.

Los Portadores de la Palabra han sido rechazados y han huído, Guilliman vive y es el turno de los buenos darle la suya a los malos. Los palos no tardarán en llegar en futuras entregas...


Opinión

El resumen ha sido breve pero es que este libro es básicamente batalla-batalla-batalla. Si te gusta la fantasía, la ciencia ficción y los relatos bélicos llenos de momentos épicos y traición, este es tu libro. Es bastante ameno de leer, digno de un videojuego tipo shooter como el halo y cargado de momentos tensos y emocionantes. Quizás su problema sea que es básicamente esto y poco más: malo llegan, la lía, pierden y huyen dejando problemas a su paso. Es un poco cliché pero la verdad que refleja muy bien lo doloroso que es que tus amigos y hermanos de armas te traicionen.

A pesar de que les has humillado públicamente. Y muy fuerte. Y has destruido su mayor logro. Y te mofas de ellos. Y te chuleas frente a ellos. Y les recriminas lo petardos que son todo el rato.

Y claro, por muy religioso que se sea, pues uno se acaba emponzonando y traicionando.

¡Y si te ha gustado la reseña compártela!

Aquí puedes ver todas nuestras reseñas: REVIEWS

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Una de las batallas más grandes de la HH y una de las mayores victorias pirricas de los leales, los Ultramarines tenían a unas cuatro quintas parte de su legión en Calth, unos 200.000 marines, contra unos 5.000 Portadores de la Palabra con el apoyo de decena de miles de traidores, aunque ganaron los Ultramarines lo hicieron perdiendo la mayor parte de su flota, la inmensa mayoría de sus Marines y quedando arrasado uno de sus mundos principales, en fin Lorgar logra venganza por Monachia, pero los Ultramarines le pasaran la factura aunque les lleve un millón de años.

      Eliminar
    2. ¡Sí, pero pese a todo los muy pitufines siguen dándole palos luego a los traidores!

      Eliminar

Relacionadas:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...