Codex MEC: Evaluamos a los Diablos del Caos

"El Infierno se desata..."

Mezcla de criatura y blindado como sus otros colegas demoníacos (véase Profanadores y Dragones del Caos), los Diablos del Caos se presentan en dos variantes, artillero de apoyo/anti-infanteria o blindado de combate cercano, y ya que juntos vinieron a Warhammer 40k, juntos los evaluamos.

Analizamos a los Diablos de la Forja y Diablos Despedazadores

Grandes, poderosos y caros (sobre todo en euros), los Diablos del Caos se caracterizan por emplear la nueva peana ovalada de criatura grande de lejano futuro de 40k, siendo grandes competidores del Dreadnought pero arrebatándonos posiciones de Apoyo Pesado. En una opción superpoblada de variantes pesadas con opciones ya muy conocidas por los veteranos jugadores del Caos, se cuelan estos nuevos amigos con posesión demoníaca, uno especializado en disparo, otro en combate cuerpo a cuerpo, vamos a verlos...

Cosas buenas

Son veloces, están poseídos, por lo que será fácil evitar los resultados de vehículo aturdido, lo cual va genial para la variante cuerpo a cuerpo. El hecho de tener Poder de la Forja potenciará sus capacidades brevemente, pero nos puede dar la oportunidad de hacer verdadero daño al oponente y su regla de Nunca muere los hace mucho más duraderos que su primo de élite, el Dreadnought, al menos... Potencialmente.

Diablo de la Forja

Bien artillados con dos cañones Hades (no acoplados) muy buenos para dañar vehículos de blindaje medio-ligero o causar saturación de muerte instantánea al 80% de la infantería, los Diablos de la Forja pueden desatar la friolera de ocho disparos de fuerza ocho (aunque con HP 3).

Podemos cambiar esta opción por una suerte de Cañones de plasma de fuerza ocho, de alcance medio (60 cm), pudiendo llegar a disparar hasta 3 veces por turno.

Diablo Despedazador

Orientados 100% al combate cuerpo cuerpo con cero armamento a distancia, el Diablo Despedazador avanzará rápidamente por el campo de batalla dando buen uso a sus reglas. Es casi el único blindado al que a priori no perjudica sacar provecho a correr, ya que al no tener armas a distancia, correremos siempre que estemos lejos de poder asaltar. Sus cortadores de plasma lo convierten en enemigo predilecto de vehículos y los zarcillos le ayudarán a soportar cargas masivas.

Además es relativamente barato para lo que ofrece si lo comparamos con un Dreadnought, y es muy bueno para entornos urbanos.

Cosas malas

No tienen opciones de vehículos, ni reflectores, ni descargadores de humo (lo primero le vendría de lujo al Diablo de la Forja y lo segundo al Despedazador). Esto, unido al hecho de que su blindaje es igual que el resto de vehículos con posesión demoniaca auto-incluida, hacen de ellos vehículos relativamente frágiles cuando sufren saturación de fuego pesado (cañones de asalto, automáticos, etc...).

Son caros en euros, mucho, para ser solo un andador (si no, mirad la web) y esto es seguramente el motivo más importante por el que no se verán en exceso. No como el Dragón, que aunque caro, se nota que está tan sobre-potenciado (como la mayoría de aviones) respecto a la infantería, que suele ser común.

Añado que el Diablo de la Forja es caro en puntos, a pesar de su potencial. Quizás una pequeña rebaja le hubiera hecho ser más llamativo, ya que su HP 3 no atrae demasiado.

Para finalizar diré que son grandes, como un tervigon tiránido, por lo que en entornos de selva y ciudad su colocación a veces será complicada.

Conclusión

Si un Dreadnought tuviera vástagos con demonios, el resultado serían estos diablos, ambos siendo facetas potenciadas de las que este último puede realizar: uno orientado y sobresaliendo a distancia, tanto anti-infantería como anti-vehículo, y el otro, la perfecta escolta de las tropas de un asalto escalado (Berserker de Khorne, Marines del Caos, Poseídos, etc...).

¿Son rentables? Depende a lo que nos refiramos.

Nota final:

Disparo:   8 / 0

Combate: 6 / 8

Táctico:    4 

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