Herejía de Horus 04: La huida de la Eisenstein - Reseña (review)

Muy buenas a todos, lectores y seguidores de Profanus40k. Seguimos la estela de reseñas de la Herejía de Horus que estoy compartiendo estos días de intenso lío que estoy teniendo, donde solo saco ratos en el transporte público para leerme estas novelitas. Hoy llega la cuarta parte de la serie: La huida de la Eisenstein.

Contexto

Horus ha "resucitado" y es más malo y calvo que nunca, su perfidia ha llevado a las partes más leales de las legiones astartes a asaltar Istvaan III pensando en una misión de purga contra unos rebeldes. Sin embargo, han sido bombardeados por las naves del Señor de la Guerra con virus Devorador de Carne y después sufren el fuego de retribución de las lanzas del Espíritu Vengativo.

Pero sucede algo con lo que Horus no contaba...

La trama

-- Cuidado, SPOILER --

La historia comienza retrocediendo un poco a los eventos de Istvaan III y nos presentan a Nathaniel Garro, Capitán de batalla de la séptima compañía de la Guardia de la Muerte, los guerreros del Primarca Mortarion. Este se enfrenta junto a sus hermanos en una misión contra los Jorgall, unos alienígenas feos y malos con cabeza de huevo y miembros biónicos que se están expandiendo por algunas zonas imperiales. Durante la lucha se enfrentan a una especie de monstruo-guardián que tiene a un Jorgall psíquico (una suerte de Zoántropo) que turba a Garro con frases fatalistas. Las Hermanas del Silencio, que combatían junto a los guerreros de Garro, les ayudan y al final consiguen matar a sus enemigos y llevarse el cadáver del psíquico para cosas turbias del Emperador.

Después llegamos a Istvaan, donde Garro pierde una pierna luchando contra el cantor de guerra de una luna (ver reseña La galaxia en llamas) y por tanto queda relegado a tareas en la flota. Mortarion cree poder llevarle al lado oscuro de forma sutil pero Garro es Emperahliever, así que ante el problema Typhon, Primer capitán de la Guardia de la Muerte, creen encontrar la solución...

Garro y sus hombres acaban en una fragata (navecita mierder del Imperio) junto a las fuerzas de Ignatius Grulgor, otro capitán muy resentido y que quiere matar a Garro... en la novela no se indica exactamente a Garro. ¿Por ser terrano? ¿Por ser mejor? ¿Por su armadura con decoración? Bueno, que la cosa es que le odia mucho y en su taquilla tiene una foto de Garro a la que escupe y tira dardos. Pues gracias a un sirviente Garro descubre que los malos malosos de Grulgor estaban cargando torpedos devoradores de vida para matar a sus camaradas en Istvaan III y tras un intenso combate una de las esferas con virus se parte en el hangar y logran sellarlo antes de que se extienda atoda la nave, salvando a los buenos pero matando a los malos.

La traición de Horus genera un gran revuelo entre los leales de Garro que tras deliberaciones deciden que hay, no que huir, sino hacer una retirada táctica a todo trapo. Van de a pocos para que nadie se cosque pero uno de los técnicos de telecomunicaciones es un ambicioso sedicioso y avisa a Typhon. Dicho acto acaba con este personaje con el cuello hecho un lazo y el Terminus Est persiguiendo a la Eisenstein a tiro limpio. Tras una sere de eventos chungos y maniobras arriesgadas, logran huir por los pelos.

Nurgle, que es un cachondo, pretende echarse unas risas y revive a los muertos de Grulgor como marines de plaga beta y se lía un combate muy duro que solo acaba cuando salen de la Disformidad. La nave está hecha mierda y todos van a morir solos sin remisión. Entonces Garro tiene un plan, sueltan y detonan los motores de Disformidad a modo de bengala galáctica y la legión entera de los Puños Imperiales se teleporta a su posición por conveniencia del guión.

Dorn habla con Garro y le exige la verdad, este se la cuenta y Dorn le da un guantazo que casi lo mata, pero luego se lo cree y se va a llorar a su cuarto. En este libro las disculpas son para "pussies" (y lo digo en spanglish, ya que es lo que predomina hoy día en el entorno warhammeril). Pues nada, que van al sistema solar pero aparcan en la Luna, donde Garro y sus colegas se hospedan en el centro de las Hermanas del Silencio.

Todo parece que va bien pero uno de los colegas de Garro que había acabado malherido por Grulgor está agonizante y entrega su alma a Nurgle, se transforma en el señor de las moscas y se lía a matar gente hasta que acaban él y Garro dando toñas por la Luna. Finalmente gana Garro y un custode aparece con el Sigilita y le dice que se habían pasado de buenos, que quizás haga falta una inquisición y que Garro a lo mejor encaja ahí. Este se pone a rezar y fin.

Opinión

Bueno... comparada con las anteriores se nota que no tiene una trama tan interesante como ellas. Los malos son muy malos y muy muy chungos de matar, muchas salvaciones por los pelos y, el persona de Dorn... ¿en serio todos los Primarcas llevan el requisito de ser imbéciles para aparecer en los libros? Pero bueno, primarcas aparte es un libro entretenido, que profundiza en cómo la noticia de la traición de Horus llega a Terra y los eventos que desencadena.

Aquí descubres que las Hermanas del silencio son unas inútiles totales: mueren por los Jorgall, las matan los demonios, tienen miedo del Sigilita que es psíquico (¿No se supone que los psíquicos no pueden hacerles nada? ¿Gastaron su poder antipsíquico en la lucha de Prospero?), etc... la verdad que los personajes no están tan bien definidos como en las otras novelas. Garro, al menos a mí, no llega a generarme demasiada empatía, actúa de una forma errática cuando te describe que tiene la mente muy lúcida y sin embargo actúa con claridad cuando todo es un caos... es raro.

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