Eisenhorn: Xenos - Reseña (review)

Muy buenas a todos, profanadores. Me he pasado toda la semana santa enfermo y en cama por cosas varias y, bueno, dentro de lo malo que eso puede ser, me ha dado tiempo para leer un poco y aprovechar el ebook que recientemente he logrado agenciarme. Cayó en mis manos una copia del libro Xenos, de la serie de Eisenhorn y, la verdad, creo que es una de las mejores novelas de Warhammer 40.000 que ha pasado por mis manos. Aquí le hacemos una reseña.

Primero de todo, y para empezar con buen pie, los personajes.

Dramatis Personae
Gregor Eisenhorn (Inquisidor Imperial)
Godwyn Fischig (Arbites que se une a Eisenhorn)
Uber Aemos (Sabio del séquito)
Alizebeth Bequin (Persona sin alma, mismo efecto que un asesino Culexus. Anula los poderes psíquicos)
Midas Betancore (Piloto, combatiente y amigo de Eisenhorn)
Cherubael (Huésped demoníaco)
Godwyn Fischig (Adeptus Arbites)
Tobias Maxilla (Capitán Mercante)
Lores Vibben (Guardaespaldas)

Xenos es una novela como hacía mucho que no leía en Warhammer 40k, ya que también el cambio de década debe haber influido. Se nota que es una novela influida en gran medida por las de Sherlock Holmes y alguna otra policíaca, pero logra ambientarla en el despiadado futuro del lejano futuro de una forma bastante correcta.

Los Arbites, del cuál veremos un personaje, aparecen en esta novela. Recordemos que estos son plagios, ejem, digo que están inspirados en el personaje encarnado por Silvester Stallone, el juez Dredd.

Bueno, detallitos aparte, hablemos de la trama.

La trama

-- Cuidado, SPOILER --

En un lejano mundo helado de cuyo nombre no quiero acordarme, el Inquisidor del Ordo Xenos, Gregor Eisenhorn, se enfrenta a su enemigo mortal Murdin Eyclone que planea cosas malvadas para el planeta, que se halla sumido en la larga noche invernal (sí, es como el de juego de tronos, muchos meses de frío y oscuridad y un poco de sol y verano). Este mata a la amiga y séquito del Inquisidor, llamada Vibben, y después lanza a sus hombres contra el desdichado Eisenhorn.

Este logra alcanzar a su adversario tras despachar a sus subalternos a duras penas y, en un final de lucha desesperado, el Inquisidor acaba con Eyclone. Parece que la victoria es suya pero... esto no es más que la punta del iceberg de una oscura conspiración que puede sacudir los cimientos del Imperio de la Humanidad. Las autoridades locales envían al Arbites, Godwyn Fischig, para ayudarle en su investigación, que les conduce hasta una lujosa zona en una de las ciudades del planeta. Al más puto estilo de los 90, entran en el apartamento pegando tiros y se lía un buen petate, muy bien desarrollado y ameno de leer, contra los compinches de Eyclone.

Cuando los palos acaban (y aunque los héroes sobreviven, es a duras penas, ya que son meros mortales en el fondo), interrogan a uno de los compinches malheridos pero esto provoca que salte una alarma psíquica que activa unas bombas ocultas y el edificio explota. Llenos de heridas y laceraciones, son rescatados posteriormente por las fuerzas policiales locales y puestos a salvo junto con una chica llamada Alizebeth Bequin, que resulta ser una "persona sin alma", y que se acaba uniendo al Inquisidor en sus aventuras.

Sus investigaciones les conducen hacia otro mundo, donde son llevados por un comerciante muy dicharachero llamado Maxilla y que les revela cosas interesantes del mundillo al que van, donde se está reclutando un regimiento de la Guardia Imperial para una guerra lejana y donde hay grandes naves de la flota esperando. A su llegada son abordados por unos soldados que parecen hacer escaneos de naves en busca de amenazas, pero que mosquean a Eisenhorn. Cuando este se identifica, estos abren fuego e intentan matarle. La batalla está servida en medio de una nave espacial. Tras un duro, enrevesado y creíble combate (sí, creíble, es curioso pero está muy bien descrito), logran acabar con ellos. Les estaban esperando y los muy traidores se habían infiltrado en la flota...

La conspiración sigue aumentando y el Inquisidor trata de investigar su origen. Sus pasos le llevan hasta la casa noble más poderosa del lugar, los Glaw. Mediante engaño y medias verdades logra asistir a una cena con ellos y, tras "irse a dormir" se va a investigar, descubriendo que tienen planes oscuros y malvados. Solo diré que la casa acaba destruida, hay tiros, muchos muertos, batalla contra bichos enormes y cosas muy oscuras y caóticas envueltas. Pero la cosa no ha acabado...

La trama sigue y sigue hasta llevarles a un mundo alienígena profanado por el Caos, una locura demencial donde su investigación al fin revelará las piezas y ocurren giros argumentales muy chulos. No diré más porque la historia tiene mucho contenido, muchas cosas que tener en cuenta que conforman una gran historia que merece leerse.

Opinión

La verdad que es una novela larga y muy entretenida de leer. Los personajes son muy humanos y cercanos para ser el despiadado universo del matamata. Eisenhorn en sí no es un luchador, aunque siempre se ve envuelto en todos los fregados, pero se debe a su valentía y perspicacia, cosa digna de verse entre los personajes semiopacos tan habituales hoy día.

Desde Eisenhorn hasta su sabio, pasando por el piloto de la nave... hasta el personaje de Vibben que muere al poco de empezar la historia acaba transmitiendo algo, no es mera paja que se deja a un lado, afecta a los personajes, a sus acciones e ideas... todo ello in dejar de lado el universo que les rodea y la misión que deben llevar a cabo.

Y eso que aquí sale de todo: alienígenas, Guardia Imperial, Naves luchando en el espacio, Marines espaciales de los Guardianes de la Muerte, Marines del Caos... Llegan a mencionar hasta a los Orkos y los Tiránidos si mal no recuerdo, es increíble. Una lectura completa, amena y muy recomendable. Creo que es de lo mejor que puede leerse de Warhammer 40k y... ha conseguido que tenga ganas de leerme algún libro de Sherlock Holmes.

¡Y si te ha gustado la reseña compártela!

Aquí puedes ver todas nuestras reseñas: REVIEWS