"No pienso permitir que estas abominaciones devoren las almas de mis ancestros." |
Esta y todas las unidades de Octarius en su Campaña: Guerra por Octarius
Nota: sólo recordar que son preliminares, pueden sufrir cambios tanto en textos como en reglas.
Nota: sólo recordar que son preliminares, pueden sufrir cambios tanto en textos como en reglas.
"Y a esto hemos llegado... He aquí que veo a mis ayudantes, mis compañeros, mis hermanos, que me acompañan en esta larga e incansable gesta para lograr salvaguardar lo poco que queda de nuestra antigua gloria sobre este miserable mundo." |
Yoel Idhrin, Vidente protector de Dérragon
Antaño custodio del gran asentamiento llamado Val Mythar en el mundo de Dérragon, Yoel Idhrin emprendió la senda del vidente antes de que la marea de pieles verdes asaltara y reclamara su mundo virgen, uno de los últimos espacios de los Eldar destinado a crear un lugar propicio para restaurar su antiguo imperio.
Vio morir a los que protegían la ciudad mientras eran masacrados por los Orkos y sus bellas estructuras saqueadas y profanadas. Desoyendo las voces que le pedían rectificar y escapar a la Telaraña para volver a Iyanden, su mundo astronave, Yoel permaneció en Dérragon, pues una fina hebra del destino propiciaba que quizás algún día podrían reconquistar y reconstruir su mundo.
Una flota Eldar lanzó un asalto de venganza. El arrogante líder Eldar subestimó la inventiva de los pieles verdes, que masacraron a sus naves e inutilizaron la nave insignia, lanzándola contra el sol de Dérragon, lo que lo condenó al frío hielo actual, atrapando a Yoel y su escolta en él para siempre.
Sin poder evitar la proliferación Orka y viendo como su mundo acababa cubierto de hielo y nieve bajo constantes ventiscas, Yoel y sus escoltas decidieron proteger y ocultar Val Mythar, protegiendo el corazón de Hueso Espectral que se extendía por todo el planeta y emergía donde en el pasado se alzaban orgullosas obras arquitectónicas Eldar. Ocultó Val Mythar con poderosos controles psíquicos.
Las constantes incursiones y el poderoso frío de Dérragon fueron acabando poco a poco con sus escoltas, a los cuales ni la muerte dio un respiro.
Perfeccionando sus sistemas de ocultación, Yoel recuperó uno a uno a sus caídos, encerrando sus joyas en Guardianes Espectrales, que le acompañarían y servirían hasta el fin.
Entonces llegó el Gran Devorador y Yoel no pudo seguir escondiéndose. Maquinó una astuta maniobra para evitar que el Enjambre consumiera el mundo, dirigiendo, sin ellos saberlo, una ofensiva Orka contra la zona menos defendida del enemigo, pero fue inútil, pues este se adelantó a sus pasos.
Dérragon finalmente no pudo ser defendido, quedó baldío y sin vida alguna tras el paso de los Tiránidos.
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me gusta el concepto plan ermitaño amargado y solitario rodeado de maquinas con el alma de sus colegas.es un cuartel general para eldars?
ResponderEliminarBuenas Anónimo, gracias por pasarte.
EliminarNos alegra que te guste el estilo, Yoel Idhrin plantea ese hecho de ser un lobo solitario envuelto en una guerra que le supera pero de la que no puede ni quiere escapar. ¿Qué destino le deparará la suerte?
Nada, me suelo pasar a leer lo que publicais y tengo todos vuestros libros, animo profanus!
EliminarEncantado de saberlo, espero verte mucho más por aquí, un cordial saludo y buen día!
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