Reseña - La Ira de Magnus (Wrath of Magnus Review)

La Ira de Magnus o el cachondeillo de Tzeentch

Muy buenas a todos, lectores de Profanus40k, bienvenidos todos y todas a una entrada más acerca del trasfondo que nos ofrece la empresa líder en Spanglish en el universo de los juegos de mesa y juegos de guerra con miniaturas, GW. Hoy vamos a hablar de la Ira de Magnus, la segunda parte de la campaña de Fenris y que he adquirido, como fiel seguidor de los Poderes Ruinosos que soy. Cuidado, se revelarán partes de la trama (Atención spoilers).

El Libro

Como muchos ya sabréis, el libro contiene un montón de reglas nuevas y unidades repensadas de los Mil Hijos y sus coleguitas. Dichas cosas podréis encontrarlas en decenas de otros lugares por la red. Aquí vamos a hablar de la historia, el trasfondo, el background, the lore, de fakin center of evrizin!

Esta maravilla de libro en cuanto a ilustraciones sufre, como lleva haciéndolo mucho el contenido de los materiales de Warhammer 40k en los últimos años (5-6 años), de contener demasiada paja que ofrece poco o nada nuevo a los lectores, más allá de meros retazos de subtramas que no van a ningún sitio. Cuando hablemos de la trama me explayaré en este punto.

A nivel de calidad de lectura, aparte del contenido, peca mucho de la forma en la que se contiene. El spanglish vuelve para acosarnos con su dañina presencia de forma constante llegando a alterar expresiones corrientes que no pueden registrarse como marca, generando frases como "El chief librarian Ahriman preparó la Rúbrica para que sus hermanos Thousand Sons no sufrieran la maldición del Warp y el toque del Chaos" (la frase es inventada pero refleja una aproximación de lo que puede leerse). Por ende, hace la lectura tediosa y en ocasiones, molesta.

En cuanto al contenido la historia, resumida muy brevemente, se acerca a todo lo que GW ha ido ofreciéndonos (no he leído la campaña de Kauyon y Mont'ka así que no lo incluyo) una campaña estándar hasta la fecha: no pasa nada del todo importante y los personaje especiales jamás morirán. Como en las mejores películas clásicas de los 80, los buenos nunca mueren, los malos siempre vuelven para vengarse y fracasar.

Fear my tiritos, mother foka!

La Trama

-- Atención, aquí se revela mucho de la trama --

Nota: Muchas partes están resumidas, hay mucha paja.

El libro comienza con la Roca, Fortaleza monasterio de los Ángeles Oscuros, devastando Midgardia porque el Cambiante les ha liado para que se crean que los Lobos Espaciales son unos degenerados genéticos adictos al Caos que han matado a unos exploradores que habían mandado a vigilar a los Lobetes. En el puente de mando están Azrael, Asmodai (creo recordar que Belial) y el Cambiante con forma de un voco operador. Hasta que no llega Stern, de los Caballeros Grises, nadie se cosca de que hay un Demonio entre ellos y entonces se lía parda.

El Cambiante va invocando amiguitos de Tzeentch mientras huye al interior de la Roca abriendo todos los portales, pues quiere llegar a Luther y liberarlo para que el Ordo Malleus castigue a los Ángeles Oscuros. Se lía parda pardísima, con el cambiante corriendo de un lado a otro perseguido por los marines mientras este invoca más y más demonios (al más puro estilo del tema Benny Hill, en serio, leedlo si lo compráis con esta música de fondo). Creo que ha sido la primera escena de chiste que he leído en el trasfondo de Warhammer 40k en mi vida. Todo acaba cuando Stern le pilla y Ragnar Blackmane se lanza a por él y los dos le destierran a la Disformidad. Ea, aquí acaba el mal rollo y dejan de pegarle a los pobre Lobetes, que entre Armageddon, Sanctus Reach y esto no ganan para disgustos.

Entonces llega la juerga de verdad, los Mil Hijos activan su malvado plan y hacen que las Torres plateadas (sí, las Silver Towers, que aquí no están en spanglish!) se aparezcan por doquier para enfrentarse a sus enemigos. Esto provoca amargos conflictos aquí y allá con muchos personajes secundarios luchando y algunos muriendo y muchas situaciones salvadas en el último momento por héroes jugables en los codex.

La muerte se extiende por doquier y los Caballeros Grises se unen a la batalla masacrando decenas y decenas de demonios chungos chunguetes. Entonces llega Magnus a Fenris y zasca tabasca. Empieza a liarla, es el dios supremo, la misma realidad enloquece a su alrededor y la muerte no es nada para él, pues es un dios inmortal en batalla... a menos que le hagan frente. Porque aunque mirarle haga que hasta un Marine Espacial se suicide volándose la sien, los héroes están entrenados para ver estas cosas.

Logan Grimnar, que todos creen muerto, aunque el trasfondo te recuerda todo el rato que no lo está, reaparece para liarla y vengarse del malvado Primarca. Si Russ le pegó siendo un tio normal, yo, que soy un vejete cabreao le pegaré también - pensó Grimnar. Pues nada este sale al paso zurrándoles a todos hasta llegar donde Magnus. Juntos, Lobos y Grises se pegan contra él y sus secuaces. La propia realidad sangra bajo el poder de Magnus el magnífico, el inmortal, el imbatible (aunque ya le ganaran antes) y como Grimnar tiene un hacha que en principio es de Khorne (menos mal que los Caballeros Grises en eso no se coscaron) pues logra romper sus escudo mágicos y le hace una grietita, que gracias a los superpoderes de los Grises hacen que este retorne a la Disformidad y, con él, toda la parafernalia faraónica de los Mil Hijos...

Y aquí no ha pasado nada.

Bueno sí, al final del libro el Planeta de los Hechiceros sale de la Disformidad (el Warp) y deja caer que las Hermanas del Silencio van a salir de Terra. Más cosas chungas pasarán en el siguiente libro de 55 euros... estad atentos.

"Y aquí no ha pasao ná"

Opinión

Bueno, si bien considero que el coste del libro es en cierto modo excesivo (estas cosas deberían ser 30 euros a lo sumo), cuenta una laaaaarga historia, bien repleta de paja, que la hace larga e interesante en cierta medida. He de decir que la primera parte, la de la Roca, fue la que más me defraudó, ya que esperas épica y no el cachondeo que ahí sale.

Recuerdo en tercera edición al leer los relatos de los Caballeros Grises, lograban hacer que sintieras miedo de los Demonios, el cómo te poseían y controlaban tu cuerpo y almas, como de impuros y viles eran. Daban miedo. No risa.

Pero bueno, unas risas antes de la guerra sobre Fenris no está mal del todo. El libro cuenta con geniales ilustraciones, eso sí. Muchas muchas. Y aunque ya no juegue a séptima he de suponer que los jugadores encontrarán agradable el volver a tener a los Mil Hijos actualizados. El libro trae además las típicas secciones de minis zurrandose y las de esquemas de pintura con las distintas tropas y los esquemas empleados.

Artísticamente es un gran trabajo.

En cuanto a la trama, poco que decir. Esperaba más. Se había generado demasiada expectación (o hype como a muchos les gusta decir hoy en día) para lo que he encontrado entre sus páginas. Esperaba la muerte de alguien o, mejor aún, la destrucción de algo. Un planeta secundario ha sufrido un exterminatus pero todo lo demás se ha limpiado y reconquistado (además cagando leches, con perdón de la expresión, pues al final del libro te dice como han reconquistado y limpiado todo).

¿Merece la pena? Para los jugadores no lo sé, con el libro de Legiones Traidoras al caer, que ya incluirá todo lo que aquí viene... lo dudo mucho. Para los fans del trasfondo... buf, es complicado. Yo lo he hecho y me lo quedaré por las ilustraciones pero tampoco ofrece una historia que digas "Guau, que maravilla". Aunque me gusta más que Sanctus Reach: El Waagh Rojo, me gusta menos que los de Baal.Y eso que me encanta el Caos.

¿Os merece la pena a vosotros tras todo lo expuesto? Ya me diréis.

¡Saludos!

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