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7 de agosto de 2015

Sanctus Reach - Trueno lejano (Trasfondo)

"Mola la foto, por eso la uso para esta campaña"

Muy buenas a todos, lectores. ¿Cómo va ese verano? De mientras lo disfrutáis y descansáis iré colocando poco a poco toooodo el trasfondo del primer libro de campaña de Sanctus Reach, el Waagh Rojo, para que la gente que por el motivo que sea no pueda descargarlo pueda leer su trasfondo. Empezamos con los preparativos para recibir el comienzo de la invasión del Waaagh Rojo.


Si quieres el libro con la historia completa, descárgalo aquí: ENLACE


TRUENO LEJANO
A medida que los planetas de Sanctus Reach se derrumbaban uno tras otro ante el avance del Waaagh Grukk, Alaric Prime se preparó para la guerra. El planeta recibió ayuda de una flota cercana de Cadia y del planeta Edificus que albergaba un asentamiento de Schola Progenium. En poco tiempo el planeta se había fortificado a la espera de la eventual invasión, aunque las rencillas entre casas habían hecho mella en las antiguas casas de Alaric Prime...

El primer aviso que Alaric Prime tuvo de la amenaza pielverde fue durante el equinoccio de primavera del 443998.M41, cuando los Astrópatas gemelos de la casa Kestren experimentaron la misma pesadilla una noche. Ambos gemelos vomitaron ectoplasma verde durante aquella horrible pesadilla; descalzos se apresuraron a recorrer los pasillos del castillo Kestren hasta la alcoba de su líder, el señor Gaulemort. Los Astrópatas balbuceaban más alto pisoteando las palabras del otro cada vez mientras los escalofríos recorrían sus cuerpos, pero ambos coincidieron en sus balbuceos: relataron que mil millones de voces bestiales se unían en un solo grito interminable. Sus espasmos empeoraron y al poco ambos se encontraban sufriendo sueños febriles.

Cuando se tomó en consideración la importancia de dicho relato, Gaulemort Kestren casi entró en pánico, pues todos los señores imperiales teme que sus subalternos les informen de una invasión xenos cerniéndose sobre ellos. Los astrópatas de la casa Kestren no sólo no habían detectado una invasión xenos si no un Waaagh al completo dirigiéndose a su posición. Esa noche Gaulemort envió servo cráneos mensajeros a todas las casas de caballeros. Al poco, todos los servo cráneos habían trasmitido su mensaje a todos los diferentes nobles, y todos excepto uno fueron ignorados.

EL ESCUDO QUEBRADO
Hace mucho que las casas de Alaric Prime han permanecido divididas; muchos de sus nobles linajes tenían rencillas desde hacía mucho tiempo y los años de opresiva tradición habían gestado guerras civiles que se daban con frecuencia y habían arruinado todos los archipiélagos y masas de tierra de Alaric Prime sin excepción. A pesar de que el mensaje de Gaulemort Kestren había sido trasmitido a todos los destinatarios, casi todos los rivales del señor Gaulemort desecharon el mensaje con desprecio pensando que era una mentira o una táctica de distracción. Pensaron que la casa Kestren quería aumentar su propio poder mientras el resto de casas se centraba en protegerse a sí mismas. La excepción fue el señor Neru de la casa Degallio. Habiendo puesto a prueba su traje de Caballero contra los piratas Orkos en el Descanso del Escudero, el veterano guerrero sabía que la amenaza de los pielesverdes era una certeza mortal; una que incluso pudo sobrepasar a la fuerza del Capítulo de los Espadas de Obsidiana.

Su propio Astrópata había salido corriendo gritando en mitad de la noche tan solo dos horas antes de que llegara el servo cráneo mensajero de Gaulemort, lo que añadió veracidad a los rumores de una inminente invasión. Al amanecer del día siguiente, el señor Neru convocó a sus nobles de mayor confianza en su Rotunda Magnificat y una acalorada discusión tuvo lugar. Neru propuso que rompieran las puertas selladas de la Montaña Sagrada a la menor oportunidad, utilizando antiguos aparatos tecnológicos para solicitar ayuda. Tal acción equivaldría a una blasfemia. Los eunucos de Degallio le recordaron cortésmente que se la conocía como Montaña Sagrada por un motivo y era porque albergaba las reliquias de la fundación de las casas de caballeros que databan de diez milenios atrás. Y no solo eso, si no que se comentaba que una poderosa maldición protegía las puertas selladas de la montaña y seguramente nadie se arriesgaría de llevar la condenación a su Casa. Pero Neru pensaba que no había otra opción. Por todo el planeta, se iban multiplicando los informes de Astrópatas que perdían la cabeza, se intentaban arrancar la piel y gimoteaban sobre las interminables mareas pieles verdes. Las casas de caballeros no aguantarían solos contra un Waaagh ni aunque pudieran unir a toda la población del planeta contra el enemigo. Debían romper las bóvedas de la Montaña Sagrada o claudicar cuando la invasión Orka les alcanzara.

Los nobles se quedaron mudos, pues las estrictas leyes de Alaric Prime prohibían el acceso a aquella tierra sagrada. Solo dos hombres de Neru se atrevieron a hablar apoyando su plan; su Caballero Real, Ursor Espadaignea, y su Aegis, Jedric del Escudo Negro. Pensativo, el Señor Degallio salió del Rotunda Magnificat en dirección a la Camara de los Ecos y allí se instaló en su Trono Mechanicus para descender hasta el cortex de control de su armadura de Caballero personalizada, el Guardián Blanco. La antigua máquina volvió a la vida entre chirridos, con los protocolos de batalla zumbando de manera intermitente preparándose para el viaje hasta el castillo Kestren. En tan sólo un día, Neru Degallio y sus nobles se presentaron antes el señor Gaulemort en su Corte Velada. A pesar de las quejas de sus asesores, Gaulemort no necesitó que Neru le convenciera demasiado de su plan para saber qué era lo que debía hacerse. Sus propios Astrópatas habían quedado incapacitados por la oleada de energía psíquica orkoide y también había oído hablar de la arqueotecnología imperial que el corazón de la Montaña Sagrada albergaba.

Al día siguiente el sol se alzaba mientras Neru Degallio, pilotando su Guardián Blanco, ordenaba a sus criados derribar los mamparos de Adamantium de la Montaña Sagrada. En profundas cámaras abovedadas en el interior de la montaña, los nobles de las casas Kestren y Degallio descubrieron todo tipo de tecnologías prohibidas que servían de puente entre la carne y el metal. Por encima de todas las demás se encontraba un Astrópata de aspecto arrugado, atrapado como un mosquito en ámbar dentro de un campo de estasis, con su abultado cráneo de tres veces el tamaño del habitual en los seres humanos.

Sin dudarlo, Neru Degallio desactivó el campo de estasis que contenía al Astrópata congelado en el tiempo. Un grito psíquico atravesó la oscuridad, aturdió a los nobles y salió hacia el espacio. El psíquico murió casi de inmediato pero su cogitador psíquico mostró que la llamada de auxilio había sido enviada. Todo lo que restaba era esperar.


'Sólo tenemos dos opciones: o actuamos ahora o nos sentamos y nos pudrimos, a la espera de que las fauces de nuestro adversario se cierren sobre nosotros. ¡La casa Degallio elige actuar! Alza tus brazos hijo de Alaric; encuentra a tus aliados. La guerra que acabará con todas las guerras está a punto de comenzar'
- Señor Neru Degallio



UN MUNDO TRANSFORMADO
Un mes repleto de tensiones pasó; las casas de caballeros Velemestrin, Brahmica, Terryn y Kamata se unieron para censurar a las casas Kestren y Degallio por incumplir las leyes accediendo al interior de la Montaña Sagrada y provocando que la débil diplomacia que había mantenido una frágil tregua entre las casas se viera rápidamente rota.

Cuando las casas estaban a punto de comenzar una guerra entre ellas, un mensaje llegó a las voco-cámaras de cada una de las Fortalezas. Su firma auditiva estaba a nombre del Castellano Stein, un comandante de las fuerzas de Cadia encargado de reforzar Ghul Jensen. Aunque habían llegado tarde para afrontar su misión principal, habían logrado adelantarse a la vanguardia Orka del Waaagh Rojo y llegaban para reforzar las defensas de Alaric Prime. De camino a Alaric, los cadianos se habían encontrado con los buques acorazados negros provenientes del cercano planeta del Schola Progenium conocido como Edificus, respondiendo a la llamada astropática de socorro.

En menos de dos semanas tras el desembarco de los cargueros del Astra Militarum en el planeta, Alaric Prime se transformó. Cada una de sus ciudades, fortalezas e islas prisión adquirieron una apariencia adaptada a la guerra, optimizándose y reforzándose por los maestros estrategas de Cadia. Regimientos de disciplinados soldados defendían cada línea Aegis o complejo de búnkeres. Aquellas casas de caballeros que lograron dejar de lado sus diferencias empezaron a brindarse apoyo, preparándose para la batalla. Sobre este mundo resistirían las fuerzas del Imperio.

2 comentarios:

  1. El trasfondo de la campaña es genial sin duda

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    1. E intenso, la verdad que tiene unos cuantos momentos decentes y los apartados de los Orkos son unas risas xD

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