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13 de agosto de 2018

Herejía de Horus 13: Némesis - Reseña (review)



Hay guerras abiertas, "honorables", de guerreros que luchan y se baten por sus ideales o manipulados por otros. Otras se libran en la sombra: asesinatos, manipulaciones, mentiras... Bienvenidos a la reseña de Némesis, la novela de los asesinos en el despiadado universo del lejano futuro del Warhammer 30k.

Contexto

Estamos en el milenio 30.000, la Humanidad ha vivido la Gran Cruzada y reconquistado las estrellas (unas pocas). Horus, el amado y favorecido hijo del Emperador, se ha vuelto malo. Es lo que tienen los calvos, antes o después se vuelven malos. Pues bien, tras masacrar a los de sus propias filas a modo de purga, ha extendido su herejía por la galaxia. Sin embargo, hay gente en Terra que no puede permitir que la cosa prospere...

Nota: hay 6 ramas entre los asesinos: Vindicare (Francotiradores), Eversor (asesinos dementes y chutados a drogas), Callidus (que pueden deformar su cuerpo para infiltrarse), Culexus (asesinos de psíquicos), Venenum (eso, veneno) y Vanus (trapichean con la información, lo saben todo y, por ende, actúan).


Trama

-- Cuidado, SPOILER --

Todo comienza con el campamento base de Horus en un mundo de cuyo nombre no quiero acordarme. Un asesino del clado Venenum se ha infiltrado y va a darle su dosis al temido Horus Lupercal y acabar con él. Sin embargo, es descubierto y se le aplica su propia medicina. Es solo un ejemplo de guerra en la sombra.

A partir de aquí la trama se subdivide en dos: el punto de vista de los asesinos imperiales y el de Lanza, del que hablaremos más adelante.

La cosa sigue en Terra, Rogal Dorn está reforzando las defensas del palacio del Emperador, entre otras cosas, y se da cuenta de que seestán teniendo reuniones secretas. En ellas, los jefes de los asesinos le cuentan al líder de todos ellos, todos ocultos, que el asesinato de Horus ha fracasado. Bien pues, ¿por qué no mandar al mejor de cada casa a matar a Horus al planeta Dragonet, uno de tantos que pretende conquistar? Sí, es buena idea.

Pues el libro te habla de cada asesino (dos de ellos son hermana y hermano, pero es una subtrama que poco importa, la verdad). Tras reunirse todos, van a Dragonet a infiltrarse entre la población local y tender la trampa para Horus Lupercal. El planeta se halla en una guerra civil debido al alzamiento de Horus y al temor de que va a llegar para quedarse con el mundo y, si no le son leales, los masacrará a todos. Los asesinos se hacen pasar por coleguis leales al Imperio y algo ayudan.

Ahora la historia cambia y nos trasladamos a otro mundo donde un par de investigadores buscan información acerca de unos brutales asesinatos. Piensan que el asesino es un tirao de la vida que no hace ni la O con un canuto, pero claro, estos asesinatos atraen la atención de los jefes de seguridad del clan Eurotas, un comerciante independiente (para los que lleváis en esto del Warhammer poquito y os coméis el spanglish con papas: Rogue Trader).

Resulta que el investigador era un asesino todo el rato que absorbió sus recuerdos y se convirtió en él para atraerles. Busca infiltrarse en la nave de Eurotas y robar el tratado de comerciante, ya que está firmado con una gota de sangre del Emperador y claro, si chupa esa sangre se supone que puede matar al propio Emperador. El asesino es temible, un ser demente fusionado con un demonio al más puro estilo de Venom, de la serie de Marvel: Spiderman.

Este asesino se llama Lanza, y es el arma diseñada por Erebus para matar al Emperador. Logra infiltrarse en la nave de Eurotas y allí descubre que no posee el tratado, que lo vendió por dinero o drogas a una noble en Dragonet. Allí es donde están nuestros asesinos. La hermana del Vindicare, que es una venenum (ah, dije que dos eran hermanos pero, ¿nos importa de veras? ¿aporta algo?) es fan del Legio Divinatus, un libro que reza que el Emperador es un Dios y claro, se junta con la noble, que le enseña el tratado y, al tocarlas las dos, reciben orgásmicas ondas de energía religiosa.

Los asesinos, excepto esta chica, han estado ocupados preparando la trampa para Horus. Como la venenum se ha pirado, el Vindicare, líder del grupo, manda a la culexus a por ella. Mientras el resto se preparan. Llegan los Hijos de Horus y desembarcan 5, uno de ellos con el manto del Señor de la Guerra, realizando el mismo acto que cuando llegaron por primera vez para unir ese mundo al Imperio, pegar un tiro al cielo. Entonces el Vindicare dispara y, junto a otras armas estratégicamente preparadas rompen el escudo de energía de "Horus" y le vuela la cabeza. Resulta que era Luc Sedirae, un capitán de los Hijos de Horus que había tomado su lugar en esa farsa.

Esto cabrea a los Hijos de Horus que deciden masacrar a toda la población. Esto llena de remordimientos a algunos asesinos pero bueno, tienen coraje y superan el chequeo de liderazgo. La cosa se pone tensa, deben enfrentarse a los Astartes que son brutales e intentan escapar. La cosa se lía porque Lanza ha llegado al mundo, ha matado a la culexus y se ha comido el tratado. Pretende huir para llegar a Terra y matar al Emperador, pero se topa con los asesinos que, gracias ala muerte de todos menos la del Vindicare, logran destruirle.

El Vindicare lanza un mensaje a Terra de que han fracasado y luego hace como que va a suicidarse estrellando su nave contra el puente de mando del Espíritu Vengativo, aunque no dicen si lo hace o no finalmente. Erebus llora porque le han roto su juguete.

En Terra los jefes de los asesinos reciben el mensaje, se encabronan y discuten. Aparece Rogal Dorn y dice que está harto, que ya ha descubierto su sala secreta y que se acabó esto de asesinatos en la sombra. El jefe de los asesinos resulta ser Malcador el Sigilita y, cuando la cosa se tensa, aparece el Emperador, ¡que había estado ahí todo el rato!, y dice que sí, que se acabó tanto manda asesinos a por Horus y les dice que todos deben quitarse las máscaras y se amigos.

Curiosamente Horus le dice a Erebus algo parecido, que se acabó el usar juguetes para matar al Emperador, que eso ya lo hará él, que si no la trama se desvía mucho de lo que había pensado inicialmente. Y... fin.


Opinión

Es muy curioso leer sobre asesinos. En el juego de Warhammer 40k, en las minihistorias que ya había leído y demás te los ponen siempre como figuras temibles y muy competentes. Este libro te los muestra de una forma más "humana". Sin embargo, para ser los mejores asesinos de la galaxia los veo llenos de dudas, saltándose constantemente las órdenes de unos y otros, más como una panda de adolescentes mal avenidos que a profesionales de lo suyo. Casi podrían haber dicho que eran unos pocos guardias imperiales jugando a ser asesinos.

Sin embargo, el libro nos ayuda a profundizar en el universo de la Herejía de Horus más allá de Marines, Marines y más Marines. Es interesante el comienzo con sus investigaciones y demás, aunque la conclusión fuera otra subtrama que deja eso en nada. Ya que luego el papel de este investigador inicial, que creo que es el personaje con el que más se empatiza, queda a mera anécdota.

El personaje de Lanza está bastante bien desarrollado, mucho mejor que el resto de asesinos de los que se habla en esta novela.

De todas formas, es un libro entretenido que, aunque aporta poco a la trama principal, revela detalles curiosos. Claro, que puestos a ser parte de las subtramas, después de Mechanicum queda muy por debajo.

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6 comentarios:

  1. Me ha molado mucho. Me imagino a Lanza de forma terrorífica. Puerde chicha el tema con tanta duda y mogigatería de los asesinos

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  2. Me encantó el libro.

    Lo de dos asesinos hermanos pues me la trae sin cuidado jajaja.

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