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9 de enero de 2018

Relato - La caída de Batera



Hola a todos los lectores de Profanus40k, en esta entrada no vengo a enseñaros un avance sobre mis Lamentadores o mis queridas conversiones tiránidas. Esta vez toca algo totalmente diferente a lo que he hecho hasta ahora, y no es otra cosa que mi primer relato. Esta idea la tuve hace tiempo al leer relatos que escribía un amigo, Lord Garkas del foro menteenjambre. Le pregunté si me ayudaría a elaborar algún relato y después de unas semanas se gestó este relato.

Si el relato os gusta podrían llegar nuevos capítulos de esta historia que os harán explorar una historia que podría encajar en el trasfondo del Warhammer 40.000 y que en futuro pueden dar mucho juego a algo que está dando vueltas a mi cabeza.

PRELUDIO
Todo estaba perdido. La ciudadela de Batera estaba a punto de caer.  Sus murallas exteriores de rococemento y plastiacero se desmoronaban cada vez más con cada ataque. Todo estaba perdido. Aquellas bestias no paraban de acudir, en cada embestida un círculo de la ciudadela era arrasado, finalmente eran rechazadas una y otra vez pero al cabo de unas horas volvían fortalecidas y con una sed de sangre aún mayor. Todo estaba perdido. Los refuerzos no parecían llegar, el último regimiento había sido aniquilado y devorado hace días por aquellas bestias. Todo estaba perdido. Los pocos supervivientes que consiguieron huir de la masacre luchaban codo con codo con los refugiados en los muros del círculo interior de la fortificación. Todo estaba perdido. 

El joven vigía se acurrucó en una esquina de la atalaya, se frotaba las manos constantemente por el frío pero en su interior sabía que esos temblores eran debidos al miedo. "Todo está perdido". No podía quitarse de la cabeza lo ocurrido aquella mañana. El cobarde del gobernador había intentado huir con la última barcaza disponible, despegó desde la espacio puerto privado del palacio pero aquellas bestias parecían saber todo lo que ocurría en la ciudadela. Unas criaturas  aladas surgieron de improviso,  y acabaron derribándola. Hubo supervivientes del accidente, él mismo los vio desde su puesto y quiso gritar pero no pudo al ver surgir un enjambre interminable de criaturas pequeñas del suelo y atacarles . En unos instantes no quedaron restos de ningún superviviente. Todo estaba perdido. 

Oyó un chasquido y un latigazo le recorrió el cuerpo, tenía los nervios a flor de piel. Levantó el fusil, se apoyó sobre la pared e inspeccionó el lugar. Mientras intentaba de distinguir la presencia que había provocado el chasquido sintió como un sudor frío le recorría la cara. Aquellos instantes fueron eternos para él, sin embargo, no detectó ninguna amenaza. "Todo está perdido", su cabeza no paraba de decirlo.  Justo entonces una carcajada emanó del interior del edificio, sus compañeros del relevo acababan de llegar, por fin podría descansar algunas horas en aquel camastro tan incómodo. Se dio la vuelta y fue en busca del relevo. No se percató que una sombra se deslizaba por la estructura. Todo estaba perdido.

Se despertó bruscamente, su compañero le estaba zarandeando con fuerza.

- ¡Levántate rápido! Nos atacan otra vez.- Mientras se lo decía le arrastraba por el pasillo.

Los gritos y chillidos del exterior le aturdieron. Las manos le empezaron a temblar y el fusil casi se le escapó. Su compañero le agarró de la pechera, le gritó algo ininteligible y le empujó hacia el exterior del muro. "Todo está perdido", ese pensamiento se le había incrustado en el cerebro. Se recompuso como pudo, recolocó su casco y fijó su mirada hacia el exterior de la ciudadela. El número de bestias parecía infinito, cubrían todo el terreno colindante y los círculos exteriores de la ciudadela como un tapiz de brillantes colores. Incluso el cielo estaba cubierto, llegando a eclipsar al sol. Todo estaba perdido. Algo le golpeó en la cabeza y cayó al suelo. Estaba aturdido, se tocó la frente con la mano y notó algo húmedo. Al mirarse la mano tenía sangre, no llevaba el casco. Estaba junto a él roto por la mitad. Se levantó como pudo, se apoyó en el muro y vio a bestias aladas sobrevolando la ciudadela y atacando a los defensores. Levantó su fusil y disparó. Una de las bestias aladas murió al instante. Él era uno de los mejores tiradores de su aldea. Pero su mente no paraba de gritarle, "Todo está perdido".

De repente una gran explosión se produjo, el círculo interior había sido invadido. Una bestia de gran tamaño había penetrado en la plaza. Poseía un brazo con una bola de pinchos. Mientras gruñía la hizo girar golpeando el muro esta vez desde el lado interior . Se abrió una gran grieta y se derrumbó una parte del muro. Todo está perdido. Bestias más pequeñas con largas cuchillas saltaron los escombros y atacaron a todos aquellos que encontraron a su paso. El joven vigía apuntó a la gran bestia y disparó. Ésta ni se inmutó, la herida cicatrizó en unos instantes. Esta bestia era distinta a otras del mismo tipo, esa gran bola por brazos y el caparazón con dos protuberancias en forma de cañones lo diferenciaban claramente del resto de su especie. De ellas surgieron unos torrentes de ácido que acabaron con los incautos que intentaban frenar su avance. "Todo está perdido", retumbaba en la cabeza del joven vigía.

El monstruo avanzó por el patio, alzó la bola de pinchos y la estrelló contra el suelo abriendo una grieta en el rococemento. Mientras tanto, los seres  con largas cuchillas saltaban sobre los escombros hasta alcanzar la parte superior del muro y empezaron a acuchillar a los defensores. El joven vigía empezó a disparar a diestro y siniestro intentando esquivar a las criaturas aullantes. "Todo está perdido", quiso gritar pero no pudo. Entonces oyó un zumbido y posteriormente una explosión que provenía del patio, alzó la vista y vio cómo una nave sobrevolaba la ciudadela. Era de color amarillo apagado, en un lateral se podía ver un círculo blanco y en el interior un corazón con una gota de sangre a un lado . Se detuvo encima del patio y se abrió una compuerta. De ella surgió lo que parecía un hombre  con una armadura del mismo color que la aeronave, era más alto que un humano, y se lanzó al vacío. Pero en vez de caer a plomo voló. El joven vigía entonces dirigió su mirada al patio, había un boquete y en su interior estaba el monstruo tirado en el suelo herido, con movimientos espasmódicos intentaba levantarse. Recibió un disparo en la cabeza y dejó de moverse.
 
El guerrero de armadura mostaza aterrizó sobre la bestia y empezó a hacer indicaciones mientras disparaba con su enorme arma a las bestias menudas. La destreza que tenía aquel guerrero era tal que ninguna bestia se le podía acercar. La aeronave permanecía flotando encima del patio apoyando a los defensores con su fuego sostenido. De la compuerta salieron más guerreros pero esta vez se descolgaron con cables. El primero en bajar iba armado con 2 armas de fuego, una pistola y arma de mayores dimensiones, su destreza era comparable a la del guerrero volador. Un tercer guerrero descendió de la nave pero antes de tocar el suelo una criatura le disparó acertándole en el casco, cayó muerto junto a la gran bestia. Todo estaba perdido.

El joven vigía se desplazó agachado buscando refugio, finalmente llegó a la garita. Estaba nervioso pero se relajó tras unos instantes. Abrió una de las mirillas que daban al interior de la ciudadela introdujo el fusil y empezó a disparar. Acertó a una de las bestias menudas, era más difícil acertar a las bestias saltarinas que a las voladoras, pensaba. Todo está perdido. Notó una punzada, bajó la mirada y de su estómago brotó una cuchilla, la boca le sabía a sangre. Giró como pudo la cabeza y vio a una criatura mucho más grande que él con seis  extremidades. La boca, cubierta de tentáculos, empezó a abrirse y de su interior surgió un estolón que se le clavó en la cabeza . Desde el exterior no se escuchó el grito del moribundo. Su último pensamiento fue, "todo está perdido".

7 comentarios:

  1. Está bien, pero repites demasiado "todo está perdido"

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  2. Me ha encantado!

    Aunque coincido con Unknown, has repetido mucho esa muletilla xD

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  3. Es verdad que lo repito. Pero tiene una intención y veo que no se ha entendido el porqué.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. me ha gustado, lo de todo esta perdido es un eco que se repite en su mente pero no he entendido el motivo

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  6. Si se ha que entendido la intención de la .muletilla pero creo que en el primer párrafo ya has abusado de ella y "cansa" en la lectura. En los demás párrafos es ma fluida y sutil. Yo veo el error en ese primer párrafo.
    El texto muy bueno.

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    1. Gracias por la crítica, de todo se aprende y más cuando es el primer relato que escribo

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