Muy buenas a todos seguidores de Profanus40k y gentes varias de la red. La de hoy es un nuevo hito en esas cosas que raramente encontraréis fuera de este blog. En nuestro constante esfuerzo por disfrutar de nuestras miniaturas y juegos hace no mucho decidimos dar a luz a un nuevo libro de ejército para "Age of Sigmar" (Era de Sigmar a partir de ahora), nada más y nada menos que a las Legiones Astartes. La de hoy ha sido una batalla demencial, bólter contra piedra bruja, ceramita contra filos pútridos... el infierno.
Esta batalla nos ha servido especialmente para calibrar cosas del libro inicial (que una vez actualizado podréis descargar aquí). El gestar algo así ha supuesto tirar de imaginación, intentar imaginar qué sería enfrentar a ambas fuerzas en el mismo contexto: Marines Espaciales con todas las propiedades para aplastar sin miramientos a los ejércitos de la Era de Sigmar. Sin embargo, nuestra idea es hacer el juego lo más entretenido y calibrado posible dentro de lo relatado en los reinos mortales. Abstracción tras abstracción sacamos la primera edición del libro y le dimos el visto bueno, ahora tocaba probarlo, el resultado... aquí podéis verlo.
La batalla en las catacumbas de Ciudad Calíope
Se disputó una batalla campal de juego equilibrado de la Era de Sigmar a 2500 ptos por bando. Los Legionarios empezaron la batalla. La batalla escogida fue Regalo de los cielos, aunque estuvimos más centrados en testear todo lo que nos fue surgiendo que en ganar o perder con excesivas ganas. El despliegue inicial quedó así.
Un despliegue longitudinal clásico: mesa de 120 cm de ancho, 30 cm de frente cada ejército. Quisimos representar empleando columnas similares a las de las Minas de Moria un combate bajo tierra donde miembros de la legión de los Portadores de la Palabra hacían frente a las extrañas y aborrecibles criaturas que emergían de los túneles.
Liderados por un Señor de las Alimañas Vidente Disforme con un orbe maldito, los skavens se agruparon en torno a sus líderes del clan Skryre y sus aliados Pestilens y su pebetero de plaga. La batalla estaba servida.
La compacta línea del frente de las Legiones Astartes queda caracterizada por una gruesa masa de Marines Espaciales apoyados por Exterminadores. Todo ello supervisado por el bibliotecario de la legión.
En este caso fue la miniatura de Ahriman el que cumplió dicha función.
Un poderoso Dreadnought (que ninguno sobrevivió a la batalla) otea el frente apoyando a sus camaradas carmesíes en su búsqueda de la iluminación mediante las palabras de Lorgar y la destrucción de sus enemigos.
Las catapultas (al fondo) hicieron un buen trabajo dándole lo suyo al bibliotecario que, pese a salvar a 2+, no podía enfrentarse a la furia de sus impactos.
Los skavens no se veían amedrentados, ni por el fuego de bólter ni los lanzamisiles. Con su Señor de las Alimañas siempre al frente invocando más y más ratas, la batalla se recrudecía cada vez más.
El bibliotecario finalmente sucumbió a las heridas causadas por las catapultas de plaga skaven... DEP erudito de la Herejía.
Dañado parcialmente por el armamento pesado y sin temor a sus enemigos embutidos en ceramita, el Señor de las Alimañas se alza para reclamar las vidas de sus inocentes presas. Él no es un mero xenos, ¡es la encarnación de la Rata Cornuda hecha carne!
En el frente occidental, los exterminadores y sus aliados Marines hacen frente a las huestes pestilents con bólter y cañón automático.
Los guerreros confían en que su fe y valor se impongan ante tamaña locura, creen que los dioses del caos están de su parte y que tras purgar a estos insignificantes adversarios podrán dedicarse a su objetivo principal, acabar con sus hermanos leales al Falso Emperador.
El Parte-mandíbulas representa a Bloab Engendropodrido, un siervo de Nurgle que se unió a las filas de las huestes del Caos para hacer frente a estos adversarios de un futuro disperso. Es verdad que el reino de los dioses del Caos podía traer a los reinos mortales enemigos de todas las clases... ¡y eras!
Las cavernas se llenaron con el chillido de los roedores mientras el tronar de los bólteres golpeaba y partía sus escudos.
El Señor de las Alimañas consideró a los Marines dignos de sus golpes, matando a varios con cada pasada de sus cuchillas. Sin embargo, estos no se amedrentan fácilmente y pese a todo, abren fuego y combaten hasta que son masacrados sin piedad.
El pebetero por su parte golpea al dreadnought con toda la furia de su mayal de plaga, quebrando en parte su blindaje y al piloto de su interior.
Apoyados por sus guerreros, ambos bandos se enzarzan en un combate de espadas contra ceramita, de cuchillos de monofilamento contra blindaje potenciado por piedra bruja, de puño de combate contra guadañas ponzoñosas... el retumbar en las bóvedas de la caverna se hace ensordecedor.
Los Portadores de la Palabra encuentran en los Diablos de asalto (stormfiends) la horma de su zapato. Sus golpes apenas pueden frenar a las bestias que sin embargo les aplastan bajo sus puños enguantados y sus cañones de munición disforme.
El dreadnought, orgullo de la 132ª compañía designada al crucero Fidias Celestus, sucumbe ante el Señor de las Alimañas que disfruta viendo como sus sistemas internos se desmoronan y su núcleo revienta mientras este alza el puño agónicamente mientras perece.
Los Exterminadores por su parte, los auténticos elegidos de la legión, se abren paso entre las masas de skavens mediante el empleo indiscriminado y letal de sus cuchillas relámpago que cercenan y desmiembran a los apestosos pestilens que explotan en efluvios y veneno al ser defenestrados.
Conclusiones
He de decir que la batalla en sí nos pareció muy divertida. A efectos prácticos Orkímedes logró la victoria por cantidad de puntos en bajas provocados. Sus guerreros de clan resultaron ser excesivamente inservibles contra los exterminadores, que eran un muro imparable contra armas que no les restaran algo de armadura.
Gracias a esta batalla hemos podido tener una perspectiva más clara de lo que deseamos con las Legiones en la Era de Sigmar y los cambios que debemos aplicar para conseguirlo. Aunque dependan de la suerte debido en mucho a como está hecho el propio juego, el codex permite disfrutar de pachangas como esta y no dejar vendido a nadie. Eso sí, su génesis se pensó para enfrentar a Marines vs Marines, no contra razas de la Era de Sigmar pero, visto el resultado y tras un breve ajuste que haré en poco tiempo, tendremos una gran facción adicional para quien quiera probar este modo de juego.
Original, dinámico y divertido, animo a quien quiera que pruebe a mezclar este concepto y luchar en la guerra de Sigmar, que no sea 40k puro o Sigmar puro no tiene por qué negarte el hecho de poder destruir a tus enemigos (o que lo hagan contigo), además de sacar provecho a los juegos en caja adquiridos si no tienes a jugadores de la Herejía en tus cercanías.
Es novedoso y ante todo te abre un frente que seguro nunca habías imaginado, como lo ha hecho con nosotros. No descarto más batallas así y, quizás, con más variantes de lista.
Un despliegue longitudinal clásico: mesa de 120 cm de ancho, 30 cm de frente cada ejército. Quisimos representar empleando columnas similares a las de las Minas de Moria un combate bajo tierra donde miembros de la legión de los Portadores de la Palabra hacían frente a las extrañas y aborrecibles criaturas que emergían de los túneles.
Liderados por un Señor de las Alimañas Vidente Disforme con un orbe maldito, los skavens se agruparon en torno a sus líderes del clan Skryre y sus aliados Pestilens y su pebetero de plaga. La batalla estaba servida.
La compacta línea del frente de las Legiones Astartes queda caracterizada por una gruesa masa de Marines Espaciales apoyados por Exterminadores. Todo ello supervisado por el bibliotecario de la legión.
En este caso fue la miniatura de Ahriman el que cumplió dicha función.
Un poderoso Dreadnought (que ninguno sobrevivió a la batalla) otea el frente apoyando a sus camaradas carmesíes en su búsqueda de la iluminación mediante las palabras de Lorgar y la destrucción de sus enemigos.
Las catapultas (al fondo) hicieron un buen trabajo dándole lo suyo al bibliotecario que, pese a salvar a 2+, no podía enfrentarse a la furia de sus impactos.
Los skavens no se veían amedrentados, ni por el fuego de bólter ni los lanzamisiles. Con su Señor de las Alimañas siempre al frente invocando más y más ratas, la batalla se recrudecía cada vez más.
El bibliotecario finalmente sucumbió a las heridas causadas por las catapultas de plaga skaven... DEP erudito de la Herejía.
Dañado parcialmente por el armamento pesado y sin temor a sus enemigos embutidos en ceramita, el Señor de las Alimañas se alza para reclamar las vidas de sus inocentes presas. Él no es un mero xenos, ¡es la encarnación de la Rata Cornuda hecha carne!
En el frente occidental, los exterminadores y sus aliados Marines hacen frente a las huestes pestilents con bólter y cañón automático.
Los guerreros confían en que su fe y valor se impongan ante tamaña locura, creen que los dioses del caos están de su parte y que tras purgar a estos insignificantes adversarios podrán dedicarse a su objetivo principal, acabar con sus hermanos leales al Falso Emperador.
El Parte-mandíbulas representa a Bloab Engendropodrido, un siervo de Nurgle que se unió a las filas de las huestes del Caos para hacer frente a estos adversarios de un futuro disperso. Es verdad que el reino de los dioses del Caos podía traer a los reinos mortales enemigos de todas las clases... ¡y eras!
Las cavernas se llenaron con el chillido de los roedores mientras el tronar de los bólteres golpeaba y partía sus escudos.
El Señor de las Alimañas consideró a los Marines dignos de sus golpes, matando a varios con cada pasada de sus cuchillas. Sin embargo, estos no se amedrentan fácilmente y pese a todo, abren fuego y combaten hasta que son masacrados sin piedad.
El pebetero por su parte golpea al dreadnought con toda la furia de su mayal de plaga, quebrando en parte su blindaje y al piloto de su interior.
Apoyados por sus guerreros, ambos bandos se enzarzan en un combate de espadas contra ceramita, de cuchillos de monofilamento contra blindaje potenciado por piedra bruja, de puño de combate contra guadañas ponzoñosas... el retumbar en las bóvedas de la caverna se hace ensordecedor.
Los Portadores de la Palabra encuentran en los Diablos de asalto (stormfiends) la horma de su zapato. Sus golpes apenas pueden frenar a las bestias que sin embargo les aplastan bajo sus puños enguantados y sus cañones de munición disforme.
El dreadnought, orgullo de la 132ª compañía designada al crucero Fidias Celestus, sucumbe ante el Señor de las Alimañas que disfruta viendo como sus sistemas internos se desmoronan y su núcleo revienta mientras este alza el puño agónicamente mientras perece.
Los Exterminadores por su parte, los auténticos elegidos de la legión, se abren paso entre las masas de skavens mediante el empleo indiscriminado y letal de sus cuchillas relámpago que cercenan y desmiembran a los apestosos pestilens que explotan en efluvios y veneno al ser defenestrados.
Conclusiones
He de decir que la batalla en sí nos pareció muy divertida. A efectos prácticos Orkímedes logró la victoria por cantidad de puntos en bajas provocados. Sus guerreros de clan resultaron ser excesivamente inservibles contra los exterminadores, que eran un muro imparable contra armas que no les restaran algo de armadura.
Gracias a esta batalla hemos podido tener una perspectiva más clara de lo que deseamos con las Legiones en la Era de Sigmar y los cambios que debemos aplicar para conseguirlo. Aunque dependan de la suerte debido en mucho a como está hecho el propio juego, el codex permite disfrutar de pachangas como esta y no dejar vendido a nadie. Eso sí, su génesis se pensó para enfrentar a Marines vs Marines, no contra razas de la Era de Sigmar pero, visto el resultado y tras un breve ajuste que haré en poco tiempo, tendremos una gran facción adicional para quien quiera probar este modo de juego.
Original, dinámico y divertido, animo a quien quiera que pruebe a mezclar este concepto y luchar en la guerra de Sigmar, que no sea 40k puro o Sigmar puro no tiene por qué negarte el hecho de poder destruir a tus enemigos (o que lo hagan contigo), además de sacar provecho a los juegos en caja adquiridos si no tienes a jugadores de la Herejía en tus cercanías.
Es novedoso y ante todo te abre un frente que seguro nunca habías imaginado, como lo ha hecho con nosotros. No descarto más batallas así y, quizás, con más variantes de lista.
Gran informe!
ResponderEliminarA ver si pronto me animo a probarlo, parece muy divertido
Buenas Wolfen. Sí, vamos a apañarles un par de detalles para que sean más polivalentes y tendremos este tema finiquitao :3
EliminarMe encantó cuando el señor de las alimañas se pimpló el impacto del lanzamisiles. Aunque el que los marines no tengan golpes mortales en el 95% de los casos compensaba mucho y potencia de fuego