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12 de mayo de 2019

Herejía de Horus 21: Signus Prime - Reseña (review)


Buenos días de viernes a todos, bienvenidos un día más a una reseña de la saga de novelas sobre el despiadado universo del lejano futuro del Warhammer 30.000, donde el Señor de la Guerra Horus se ha alzado en armas contra el Emperador de la Humanidad mientras todos luchan por mantener la calma. Los Ángeles Sangrientos aún no se habían enterado de lo que era la Herejía de Horus pero en esta novela, Signus Prime, van a llevarse un palo.

Contexto

El malvado y pérfido Horus, en toda su "malvadosidad" no ha perdido el tiempo y sabe que los Ángeles Sangrientos no pueden quedarse sin salir en la trama de las novelas. Sanguinius, primarca de los Ángeles Sangrientos, no ha chupado mucha cámara aún y es necesario que asuma sus responsabilidades, para ello el odioso y codiciosamente calvo Señor de la Guerra urde un plan.


La trama

-- Cuidado, SPOILER --

Todo comienza con los Ángeles Sangrientos de Sanguinius y los Lobos Lunares de Horus enfrentándose a una raza xenos, los Nephilim. Estos seres estaban luchando contra el Imperio controlando a humanos como esclavos. En esta parte de la trama se nos deja ver que los Ángeles Sangrientos son intrínsecamente bueno y, su primarca, es piadoso y pro-"humanos de a pie". ¡Malditos Nephilim!

Arrasan con todo y exterminan a los Nephilim, a los que Sanguinius odia justamente pero, ¡oh!, algo malo pasa. Un guerrero de la legión se ha vuelto loco, ha sucumbido a la "Sed Roja". Sanguinius acaba decidiendo matarle por compasión y, oh dramático acontecimiento: ¡Horus descubre que los soldados de Sanguinius no son tan perfectos como en las fotos! "Tranquilo Sanguinius, no se lo contaré a nadie" (pero tiene los dedos cruzados en su espalda).

[Momento Kit Kat ON] Yo pensaba que la sed roja y la espiral de demencia que azota a los Ángeles Sangrientos surge de cuando el primarca es asesinado por Horus al final de la herejía, pero sin embargo aquí ya queda patente que es una "tara" que pasaba desde antes. [Momento Kit Kat OFF]

Tras esa intro se nos muestran varias escenas de los Ángeles Sangrientos en sus batallas y un retazo del edicto de Nikaea, donde se prohibe el uso de bibliotecarios por parte de las Legiones Astartes. Aquí se menciona a dos personajes importantes: Kano (ex-bibliotecario) y Meros (Apotecario) que juegan un papel importante en la trama. Durante esta parte aparece una escena en la que Fabius tiene a un legionario Ángel Sangriento más muerto que vivo, "requisado" de un campo de batalla de la lucha contra los Mega-arácnidos, y que el primer capellán de los Portadores de la Palabra, Erebus, sabe que tiene. Coacciona a Fabius para que se lo dé, y se larga.

Tras eso se pasa al hilo general, el Señor de la Guerra Horus pide a los Ángeles Sangrientos que liberen el sistema Signus, que parece haber caído presa de los, presuntamente extintos, Nephilim. Esto hace que Sanguinius quiera lanzarse a la batalla, pero antes se les suma un grupo de Lobos Espaciales y un crucero pequeño de Portadores de la Palabra, bajo el mando del Acólito Kreed.

Al llegar se dan cuenta de que pasan cosas raras, el primer planeta del sistema hace cosas raras y en su superficie se forma un símbolo del Caos (que todavía no saben que es del Caos, claro) y se va a la porra. Avanzando por el sistema encuentran restos de naves que han intentado huir, sin éxito ¿Qué ha pasado aquí? Una escuadra baja a Holst, un planeta helado pero que estaba habitado, acompañada de unos pocos Portadores de la Palabra. Los pilotos de las naves, humanos, se vuelven locos y se estrellan en la superficie del planeta cerca de una ciudad-colmena. Allí encuentran muertos por doquier, todos ellos sin huesos. Entonces el propio planeta empieza a luchar contra ellos: unos golems de piedra y restos se abalanzan contra ellos y otras fuerzas peores les asaltan. El Apotecario Meros flipa mucho y muy fuerte pero finalmente logran escapar tras rescatar a un grupo de personas que, curiosamente, no han sido asesinadas.




Después se sucede un batallusco espacial cerca del planeta principal del sistema, Signus Prime y la nave de Sanguinius, el Lagrima Roja, cae en el mundo mientras queda bloqueada y aislada del resto de la flota. El mundo es un lugar demoníaco, plagado de demonios, y una fortaleza a lo lejos, hecha de huesos con todos los de los habitantes del sistema. El prozac empieza a rular por la flota, ya que los que son humanos meramente empiezan a volverse locos y matarse entre ellos y/o suicidarse. Se sucede la batalla: primero cultistas dementes se lanzan contra los Ángeles Sangrientos, luego demonios  en hordas y finalmente un bicho horrendo, similar a una mujer, que lanza lamentos y lagrimas corrosivas.

Al final de la batalla aparece Ka'Bandha, devorador de almas elegido de Khorne que después de la Herejía no debe haberlo hecho muy bien ya que no vuelve a aparecer, pero bueno: hay combate entre Sanguinius y él. Parece que el Ángel va a ganar pero el demonio usa una artimaña y al final lo acaba estrellando contra el suelo, donde queda inerte. El demonio no lo mata, quieren corromperle, así que se retiran y dejan a los Ángeles Sangrientos en su tormento: oh, se ha muerto Sanguinius, buah buah, ahora nos enfadamos y nos volvemos Berserkers.

Kyriss, un Guardián de los Secretos de Slaanesh y su amigo-enemigo de Khorne, Ka'Bandha y el acólito Kreed hablan de un chisme que amplifica cosas emocionales para tender una trampa a los Ángeles Sangrientos y que se vuelvan de Khorne. Para ello han usado el cadáver robado por Erebus para hacer cosas malvadas con él. Mientras, todos creen que se ha muerto el primarca y lloran mucho... algunos se cabrean y lo pagan con los Lobos Espaciales, a los que masacran sin redención. "Dios mío, sois mejores que nosotros, que somos los mejores de GW... ¡es porque sois rubios, argh!" grita el jefe de los Lobos Espaciales al morir.

Kano, el bibliotecario cree poder salvar a Sanguinius pero le hace falta usar sus poderes psíquicos prohibidos. Hay mucho tabú en esta novela. Raldoron, primer capitán de la legión, busca a una humana paria rescatada por Meros, el Apotecario, y junto con un grupo de guerreros cuerdos se suben en un blindado Mastodón van a la fortaleza de huesos demoníaca. Mientras, los bibliotecarios hacen un poder para liberar a Sanguinius de su tormento mientras van muriendo, todos menos Kano, "Por el Emperador, ¡por la Trama!" exclama Kano al salvar a Sanguinius.

Los malos están urdiendo sus planes y flipando con lo que harán con Sanguinius cuando sea demoníaco, pero el Portador de la Palabra les dijo que muriera, pero los Dioses del Caos le quiern vivo, pero del Caos, por las risas- Están ahí plan Sálvame cuando las tropas de Raldorón entran en su centro de mando, el lugar con más calcio de toda la fortaleza. Descubren junto a la paria que los demonios y los 2 Portadores de la Palabra usan un chisme con un Ángel Sangriento en su interior para cabrear a la legión y volverla demente, alimentando su Sed Roja, se sucede una batalla donde parece que los guerreros carmesíes van a perder. Entonces, Kano despierta a Sanguinius, que se levanta como si nada y coge el primer vuelo hacia la fortaleza demoníaca gracias a sus alas...

Allí entra de golpe cuando Kyriss va a matar a Raldoron. Le lanza su espada, empalándola en la pared, y a puñetazos revienta al Devorador de Almas, a quien amenaza diciendo que si su amo está en eso que se conoce como infierno, que le diga que es Sanguinius quien le manda de vuelta. Tras eso Meros, el Apotecario, se enfrenta y mata a Kreed, el acólito de Lorgar, el otro portador muere ignominiosamente. Kyriss, el Guardián de los Secretos, se libera del empalamiento de la espada de Sanguinius y se lanza a matar ángeles Sangrientos, pero este llega por detrás y le rebana la cabeza, la mira de forma desapasionada y la arroja al foso de la torre aunque esta antes de eso esta le susurra algo.


Tras eso parten de Signus Prime callando varios sucesos malos que han pasado, rumbo a Terra. Pero, hay problemas en el Inmaterium y aparecen en Ultramar. "Bienvenido, hermano" le dice Roboute.

Opinión

Un libro largo, lleno de batallas y traiciones, intenso pero con dos fallos principales: no terminas de creerte o hacerte a la idea de cuál es el poder de una legión, ya que mueren decenas de Ángeles Sangrientos pero no sabes el impacto que esto tiene, las bajas que soportan, cuantas naves tienen... Siempre parece que todo está perdido pero, qué narices, siempre hay más y más guerreros para rellenar lo que falte.

Creo que ese es el principal fallo del libro, por lo demás es un libro entretenido, si eres fan de los Ángeles Sangrientos lo disfrutarás ya que salen personajes icónicos y el pobre, poderosísimo pero piadoso Sanguinius, uno de los Primarca más poderosos.

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